Page 40 - Revista_ Roma
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Arquitectura de diversión






        Los Teatros


        Siguen el plan griego pero con ligeras modificaciones:

        La Orchestra romana no se utiliza para el coro y los actores; viene a ser una especie de patio
        de butacas para los asistentes distinguidos. Es menor que la griega y queda reducida a un se-

        micírculo.

        La Escena es más grande; se eleva y se adorna. En ella representan los actores ante un fondo
        fijo. Tal vez sea ésta la modificación más notable. Lo constituye un alto muro plantado de-
        trás del escenario, ornamentado con esculturas, columnas y frescos alusivos, que hace el ofi-
        cio de telón de fondo.

        Para recoger y ampliar la voz de los actores algunas veces el muro de fondo suele presentar-
        se hundido en forma de concha. La gran diferencia entre el teatro griego y el romano estriba

        en el modo de emplazarlo. Los griegos aprovechan las laderas de las colinas.

        El arquitecto romano no se preocupa tanto por el terreno ni sus declives; el teatro es un edifi-
        cio urbano, por eso prescinde de las vistas del mar o del llano.

        Los romanos edifican sus teatros en terreno liso y le dan la forma de un edificio semicircu-
        lar.

        Los Anfiteatros

        El anfiteatro es una creación netamente romana.

        Se destinaban a espectáculos bárbaros; combates de gladiadores, luchas a muerte con fieras
        y, a veces, simulacros de abordajes y combates navales. El anfiteatro se desarrolla sobre una
        planta elíptica, completamente rodeada de graderías para los espectadores.

        Constaba de las siguientes partes:

        La arena o patio central donde se desarrollaban los juegos y contiendas.

        El pódium o parapeto elevado en torno a la arena para impedir cualquier ataque de las fieras.
        Esta pared solía ser resbaladiza; otras veces estaba precedida por un foso con agua.

        El cubículum o palco de honor, destinado al emperador y su séquito de nobles.

        El editoris tribuna, otro palco, frente al anterior, donde se colocaban los cónsules y pretores.

        (Ambos palcos se ubicaron en los extremos del eje menor de la elipse).

        El interior del enorme edificio estaba cruzado por galerías, bóvedas, pasadizos y escalinatas.
        Bajo la arena estaban las dependencias subterráneas: trampas, jaulas y celdas para los gladia-
        dores y fieras.

        El mayor es el Coliseo de Roma o anfiteatro de Flavio.

        Lo comenzó Vespasiano en el año 72 d.C. y lo acabó Tito en el año 80.

        Sus dimensiones, 788 por 156 metros, le hacían capaz para albergar 60,000 personas.
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