Page 108 - Libro El Perú en la Antártida
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EL PERÚ EN LA ANTÁRTIDA
 “La decisión del Gobierno peruano... se funda no solamente en el interés que tiene como todo miembro de la comunidad internacional sino, además, en un interés especial, directo y substancial derivado de una situación geográfica del enfrentamiento de su costa pacífica al continente antártico, de la influencia que ejerce en su clima, en su ecología y en su biología marina, de los vínculos históricos que lo ligan desde las primeras expediciones que se aventuraron a explorar dicho continente y sus aguas, así como de las obligaciones asumidas conforme al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que incluye una parte del territorio antártico en la zona descrita en el Artículo 4°, en virtud de lo cual el Perú coparticipa en la responsabili- dad por la defensa de la Región”.
Con Resolución Legislativa 23307 del 4 de noviembre de 1981, se aprobó la adhesión al Tratado. En la Resolución se señala que el Tratado Antártico debe considerarse como Ley del Estado.
Por todo lo antes mencionado, el Perú se comprometió a hacer lo necesario para alcanzar la condición de Parte Consultiva del Tratado de la Antártida; es decir miembro pleno con voto, voz y derecho a veto.
Ese interés por ser país Consultivo en el Tratado Antártico no era en vano como señala David Salvador Tejado (2006) quien afirma que los intereses en la Antártida son reales y directos, y además de “interés nacional” al haber un valor ecológico porque la corriente de Humboldt pasa por Perú y Chile, y también por Océano Austral, donde se vuelve a cargar de nutrientes para regresar a aguas sudamericanas; y al haber un valor económico para la explotación de recursos minerales y pesqueros, no solamente por el hecho de que pueda existir competencia entre los productos peruanos y australes sino porque al Perú le corresponde ser previsor y seguir participando acti- vamente en los foros donde estas actividades extractivas se discuten y se regulan.
Continuando con la demostración de interés del Perú sobre la Antártida, el Perú en 1983 creó la Comisión Nacional de Asuntos Antárticos (CONAAN), la cual estaba presidida por el Ministerio de Relaciones Exteriores y en ella parti- ciparon las dependencias del Estado que tienen relación directa con los asun- tos antárticos.
El 7 de octubre de 1987, mediante Decreto Supremo N 09-RE/87, se aprobó la Política Nacional Antártica, que tenía entre sus objetivos:
- Afirmación de la presencia del Perú en la Antártida
- Cautelar los intereses nacionales en los campos estratégicos y geopolíticos relacionados con la Antártida
- La Protección de la Economía Nacional.
Ese mismo año, la CONAAN presenta la propuesta de realizar una Primera Expedición a la Antártida, la cual fue realizada al año siguiente.
Estos antecedentes hicieron que Perú acudiera a Estados Unidos para soli- citar su membresía de país consultivo, lo cual trae consigo no solamente la capacidad de voz, voto y veto en las decisiones sobre la Antártida, sino tam- bién situar al Perú en un nivel de decisión, capaz de influir en los acontecimien- tos, y en los diversos intereses que demuestren los países sobre el Continente Antártico, sobre todo los del bloque Iberoamericano o latinoamericano; promo- ver la investigación y la difusión sobre la Antártida en el Perú; incrementar el potencial del país en base a la explotación de los recursos vivos que existen en la Antártida, como el Krill.
En la IX Reunión Consultiva Especial del Tratado realizada el 9 de octubre de 1989, el Perú fue reconocido como miembro consultivo del Tratado Antártico.
A diferencia de otras naciones que pertenecen al Tratado Antártico, el Perú no es un país reclamante de soberanía territorial; sin embargo, como se señaló antes existe un interés nacional sobre la Antártica y en virtud de ello, desde la década de los 40, se vienen estudiando los derechos que posee el Perú sobre el sistema antártico. Los resultados de estos estudios se han traducido en crear una conciencia nacional que permita, si se diera el caso, defender los derechos e intereses del Perú para una justa participación en el tema antár- tico. Por ejemplo, si existiera una importante escasez de agua en América, cabría la posibilidad de transportar los témpanos del continente blanco al Perú para la producción de agua dulce.
INSTITUCIONALIDAD PERUANA SOBRE LA ANTÁRTIDA
Continuando con el impulso que le daba el Perú a los temas relacionados a la Antártida, después de los 80s, a raíz de su designación como miembro consul- tivo se puede mencionar la Declaración del Congreso Constituyente Democrá- tico de 1993 que señala:
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