Page 57 - Libro El Perú en la Antártida
P. 57
EL PERÚ EN LA ANTÁRTIDA
ENTRE LA LEYENDA Y LA HISTORIA
IMAGINANDO UN MUNDO MISTERIOSO
Serían los griegos quienes dejarían entre su vasto legado las primeras informaciones acerca de la Antártida, sobre la cual constataron su existencia fruto de las observaciones hechas de la Luna. Al verificar las curvaturas de la superficie lunar, se empezó a considerar tam-
bién la esfericidad de la Tierra.
Crates de Malos, en el siglo II antes de Cristo, lanzó una singular teoría: la Tie- rra era esférica con tres continentes en la parte superior (tomando esta infor- mación de Anaximandro). Por una razón lógica, el planeta debía contar con un contrapeso en su parte inferior, un continente opuesto al Ártico: así sur- gió la Antártida en la visión griega. Posteriormente, en el siglo II de nuestra era, el astrónomo y geógrafo griego Claudio Ptolomeo esbozaba la teoría de los hemisferios divididos por el Ecuador. El lado extremo sur fue denominado Terra Austral o Terra Incógnita, en la que el imaginario suponía una extensión de África con pobladores que caminaban de cabeza.
Un dato interesante nos habla de un habitante maorí, Ui Te Rangiora, origi- nario de la isla de Rarotonga (grupo de las islas Cook en la Polinesia), quien, alrededor del año 650 de nuestra era, navegó hacia el sur hasta encontrar “mares muy fríos con trozos de hielo” (se cree que avanzó hasta la barrera de hielo de Ross). Las leyendas polinésicas y maoríes se han encargado de perpe- tuar esta hazaña hasta nuestros días.
LA ERA DE LOS DESCUBRIMIENTOS (SIGLOS XV-XIX)
Si bien el conocimiento y exploración propiamente dicho de la Antártida se lleva a cabo a partir del siglo XIX; como hemos visto, la existencia de este continente siempre estuvo presente en el devenir de nuestra historia. El paulatino proce- so de descubrimiento y exploración del mundo evidenció y delineó la capacidad humana para hacer frente a las fuerzas de la naturaleza, llevándola muchas veces al límite de su esfuerzo, sobre todo en escenarios antárticos.
Geógrafo griego Claudio Ptolomeo.
Nos detenemos en el siglo XV, la era de los grandes descubrimientos encabe- zados por España y en especial por Portugal con el rey Enrique el Navegante, quien impulsó —desde 1418— las expediciones en el hemisferio sur. Sería Bar- tolomé Díaz quien en 1488 verificara la existencia real del Mar Austral que lle- varía a la Terra Incógnita de Ptolomeo: se había arribado en el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. Esto demostraba que las tierras más al sur eran independientes del continente africano.
Igual acercamiento realizaría la expedición de Fernando de Magallanes en 1519, fue la primera en dar la vuelta al mundo comprobando lo que ya los griegos habían vislumbrado: que la Tierra era esférica. En el extremo austral, Magallanes recorre el estrecho que llevará su nombre, con lo que demostra- ría que la Antártida tampoco era una extensión del nuevo continente america- no. La Gran Tierra del Sur, aparece ya como tangible, haciendo brotar apetitos
57