Page 4 - III Concurso Literario
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CATEGORÍA: Sala de 5
DISTINCIÓN: Mención
CUENTO: Un acto de amor
SEUDÓNIMO: Jazmín y Bruno
AUTORAS: Maia Luoni (Sala de 5 A) y Wendy Biali (6º A)
Un acto de amor
Había una vez una princesa llamada Jazmín. Esa princesa era la más linda del
pueblo y todos los hombres estaban enamorados de ella. Pero ella estaba enamorada de
un príncipe llamado Bruno, y Bruno estaba enamorado de ella.
Pero en las fronteras del pueblo existía un lugar oscuro y frío donde vivía una
madrastra muy mala que tenía un espejo, pero no cualquier espejo, ese espejo te
mostraba lo que vos preguntaras.
-Espejito, espejito ¿Quién es la más linda?-dijo la madrastra segura de que iba a
ser ella.
-Es Jazmín, una princesa del castillo de esta colina-dijo el espejo reflejando una
colina alta con un enorme castillo.
La madrastra furiosa pateó el espejo que se cayó al piso y se rompió.
Como la madrastra quería ser la más linda, primero tenía que hacer a la princesa
más fea.
El plan de la madrastra era matar al príncipe para que la princesa llore tanto que
se le corra el maquillaje y así la madrastra sería la más linda al tener el maquillaje
perfecto.
Entonces la madrastra mató al príncipe en frente a los ojos de la princesa que en
cada momento se entristecían más.
La princesa empezó a gritar pidiendo ayuda pero cuando llegaron los médicos y
mayordomos el príncipe estaba muerto y la madrastra se había desvanecido.
Cuando todos se fueron un hada madrina rubia y brillante le dijo a la princesa que
necesitaba ayuda porque todas las hadas de su reino habían perdido su poder porque el
espejo era la fuente más poderosa de magia. Y también le dijo que ella en realidad había
venido para ayudarla pero tenía que recuperar sus poderes para revivir al príncipe.
La princesa fue al palacio de la madrastra, había pensado que la madrastra estaría
ahí, pero no lo estaba. Entonces la princesa juntó todos los pedazos del espejo sin
problema, los unió y fue con el hada madrina que recuperó sus poderes. Y el príncipe
revivió.
La princesa y el príncipe se casaron y tuvieron hijos. De la madrastra no se supo
nada desde ese aquel día que mató al príncipe y que la princesa lo revivió, solamente con
el acto de amor de ir a buscar el espejo al palacio de la madrastra.
Jazmín y Bruno