Page 285 - EL Rincón de Liliana
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LA HISTORIA DE UN AVE.
Cuando la encontré, tenía las alas estáticas, las
puntas de éstas apuntaban hacia abajo, y su
plumaje mostraba las huellas del maltrato
padecido, permanecía inmóvil, y aun cuando la
jaula que la aprisionaba tenía la puerta abierta,
parecía resignada a su suerte, como si no
hubiera nada más allá de aquella prisión, de vez
en cuando levantaba levemente la cabeza y
miraba recelosa al cielo como deseando
alcanzarlo con la mirada, al tiempo que un débil
suspiro escapaba desde el fondo de su alma,......
No fue difícil darse cuenta que permanecía
atrapada en esa jaula de egoísmo, de rabia, de
envidias, y rencor, más por la costumbre que
cualquier otra cosa, tenía un brillo natural,
opacado por las necesidades de otros, que no
tenían empacho en mantenerla prisionera, pues
de ella alimentaban el ego contaminado por la
soberbia y la incomprensión, cada vez que
intentaba recoger sus alas o extenderlas,
inmediatamente se veía limitada por los
barrotes de esa jaula convertida en prisión.
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