Page 121 - EL Rincón de Liliana. Reflexiones
P. 121
gran árbol, las aves se resguardaban, y parecía
que por un momento acariciaran desde sus
nidos el espíritu del roble, las aguas detenían su
estruendosa carrera y su cauce se convertía en
llanto, imponiendo silencio en aquel jardín.
Un día, cuando todo parecía normal en aquel
prado, fue regado por agua bendita que cayó del
cielo por la voluntad de Dios, y nació en aquel
jardín una nueva flor, sus colores eran
deslumbrantes, su tallo era largo y muy firme,
sus pétalos delicados y sensibles tenían un toque
de ternura y calidez, su imagen era fulgurante e
irradiaba un halo de luz nunca antes vista, Dios
la puso junto al roble para acompañar su
existencia y muy cerca de las dos flores para
cuidar de ellas. Nunca lucio aquel jardín tan
hermoso, como cuando llegó aquella flor, las
aves cantaban sus más melodiosos trinos, las
mariposas volaban dejando estelas de luz en su
trayectoria, el rio se iluminaba con el alegre
movimiento de aquellos peces de colores, las
flores perfumaban el ambiente con los más
dulces aromas, y aquella flor lucia majestuosa
121