Page 178 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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III. La Escuela Racionalista, fundación y desarrollo 181
a prácticas vistas con azco [sic] por las sociedades civilizadas”.
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Y se encargaron de hacérselo conocer al secretario de Educación
Pública: José Vasconcelos.
Vasconcelos, después de enviar a un emisario a Yucatán para
saber los acontecimientos, intentó conciliar con el Consejo de
Educación para que los directores fueran repuestos, sin embargo
como había sido una resolución acontecida por una Asamblea de
profesores, el Consejo se negó a tal acción y pidió que entonces fuera
enviado un nuevo secretario estatal. Vasconcelos, como lo hizo
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saber, no simpatizó con el proyecto de la Escuela Racionalista, a
la “que no entendía” y llamaba “escuelita de Ferrer”, determinó
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136 “Memorándum de la Orden Mexicana de Abogados sede Yucatán”, en
La Revista de Yucatán, Mérida, 13 de abril de 1922, p. 2.
137 “Teniendo informes exactos de que se ha cometido una injusticia con las
once profesoras [sic] cesadas por el delgado Sr. Mena he de empeñarme en impe-
dirlo aún cuando de esta manera contrarie la opinión del profesorado yucateco
que ustedes dicen representar no se apresure a defender los derechos de once
profesores que han sido destituidos de sus puestos después de largos años de ser-
vicios con el pretexto de que no aceptan una llamada reforma que yo en caso de
ellos tampoco hubiera aceptado por juzgarla tonta”. Telegrama del Secretario
de Educación Pública licenciado José Vasconcelos dirigido al profesor José de la
Luz Mena, México, 6 de mayo de 1922, en Mena, La escuela socialista…, cit., p.
212, y en Archivo General de la Nación, ramo Secretaría de Educación Pública,
José Vasconcelos, Correspondencia, caja 0241, sin folio, mayo de 1922.
138 Su reacción hacia los racionalistas se vislumbra en un telegrama dirigido
a José de la Luz Mena, el cual, por su trascendencia, transcribo en su totalidad.
“Su mensaje de esta fecha quedo enterado de acción Consejo Educativo y Uni-
versidad del Sureste, en efecto confirmo nombramiento en favor de Ud. como
delegado esta Secretaría. Apruebo su manifiesto pero debo hacerle observar que
las escuelas particulares no pueden ni deben ser conminadas con clausura en caso
no someterse programas oficiales. Pues lo único que podemos hacer es recono-
cerles sus estudios obligando alumnos a examinarse en las nuestras antes de que
sean revalidados. Por lo que hace a escuelas racionales nunca he podido entender
lo que esto significa pues en razón esta [sic] fundada la ciencia y toda la educa-
ción laica desde que fue creada por la revolución francesa y entre nosotros por
los reformadores del cincuenta y siete. Juzgo inconveniente que se amenace a los