Page 334 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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VII. Conclusiones, similitudes, analogías y distancias  339




            jetos desde un horizonte político propio, horizonte irradiado por el
            anarcocomunismo para Chuminópolis y por los saberes y conoci-
            mientos andinos articulados con la Escuela Nueva, para Warisata.
               Como proyectos pedagógicos adquirieron un sentido de finali-
            dad teleológica y práctica, se ejerce desde y en el sentido de la so-
            cialización, del acto comunitario de apoyo mutuo y reciprocidad,
            es decir, de integración (pero no de alienación) de los alumnos,
            padres, maestros y pobladores a un grupo social, fuese la comuni-
            dad ayllu, marka o núcleo escolar (para Warisata), escuela, sindicato
            u organización obrera (para Chuminópolis), donde se reconocie-
            ron, se aceptaron las expectativas, las críticas y opiniones de los
            demás miembros del grupo al que se integraron. Desde la ética
            y la práctica, se planteó una dialéctica entendida como el escu-
            char, debatir y discutir el razonamiento del otro sujeto, por lo cual,
            se distanciaron del acto limitado de aceptar y reafirmar las pos-
            turas de los demás sujetos incluyentes, o del acto repetitivo de la
            postura de alguno.
               ¿Cómo lograr un diálogo en el que participaron todos?, esto
            se logró mediante un instrumento, un fin-medio, fundado en los
            valores morales voluntarios del apoyo mutuo, del ayni, de la re-
            ciprocidad complementaria que tomó forma en la práctica coti-
            diana en métodos de dinámicas de grupos, de afinidad entre los
            sujetos, donde se profundizó la acción de transformar las profun-
            das circunstancias y relaciones económicas, sociales, políticas y
            culturales.
               La educación se volvió autoeducación, se educó a uno mismo
            y se guió y aconsejó al otro, para de la misma manera realizarse
            como un individuo pleno, pero no se intentó que esta autoedu-
            cación naciera  y feneciera  en  la  comunidad, sino que  se trado
            de  que  trascendiera  de  forma generacional.  Éticamente, como
            procesos pedagógicos, desaparecieron una conciencia de inferio-
            ridad, de una incapacidad para autogobernarse y realizarse por
            sí mismos y para los demás, mediante el acto educativo integral
            (en Chuminópolis) y el acto educativo productivo (en Warisata),
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