Page 17 - Revista Nuevos Aires de Bolívar (Nº 17)
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trada, sino a un mal encuadre o que sim- ella. Aunque resulte paradójico, las perso-
plemente haya salido movida. Sin embar- nas más competentes y capaces solían
go, para él esa imagen fue la prueba que infravalorar sus valores y conocimientos.
necesitaba decidir llevar a cabo su perfec- Así surgió el efecto Dunning-Kruger.
to e increíble plan delictivo.
Estos psicólogos concluyeron además
Seguramente esa haya sido la razón por que las personas incompetentes en cierta
la cual, el día en que lo arrestaron no de- área del conocimiento:
jaba de gritar y repetir: * Son incapaces de detectar y reconocer su
“¡Pero si me puse jugo de limón!”. incompetencia.
* No suelen reconocer la competencia del
La historia llegó a oídos de David Dun- resto de las personas.
ning, profesor de Psicología social de la
Universidad de Cornell (Nueva York), La buena noticia es que este efecto se
quien no podía creer lo que había sucedi- diluye a medida que la persona incremen-
do. Aquello le llevó a preguntarse: ¿Es ta su nivel de competencia ya que tam-
posible que mi propia incompetencia me bién se vuelve más consciente de sus limi-
impida ver esa incompetencia? taciones.
Ni corto ni perezoso, puso manos a la
obra, junto a su colega Justin Kruger. Lo
que hallaron en la serie de experimentos
que realizaron los dejaron aún más sor-
prendidos.
El estudio que dio origen al efecto Dun-
ning-Kruger
En una serie de cuatro experimentos,
estos psicólogos analizaron la capacidad
de las personas en el ámbito de la gramá-
tica, el razonamiento lógico y el humor.
A los participantes les pidieron que
estimaran su grado de aptitud en cada
uno de esos campos. A continuación, de-
bían realizar una serie de test dirigidos a
evaluar su destreza real.
Entonces los investigadores notaron
que cuanto mayor era la incompetencia
de la persona, menos consciente era de