Page 484 - Dune
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la tatarabuela de una tormenta… quizá mayor de lo que desearíamos.
—Es mi tormenta —dijo Paul, y vio la silenciosa expresión de respetuoso temor
en los rostros de los Fedaykin—. Aunque sacudiera todo el planeta, no sería
demasiado para mí. ¿Golpeará la Muralla Escudo?
—Lo suficiente como para que no se note la menor diferencia —dijo Stilgar.
Un correo apareció por la cavidad que conducía al pie de la depresión.
—Los Sardaukar y las patrullas Harkonnen se están retirando, Muad’Dib —dijo.
—Suponen que la tormenta arrojará demasiada arena en la depresión como para
mantener la visibilidad —dijo Stilgar—. Creen que incluso nosotros nos vamos a ver
paralizados.
—Di a nuestros artilleros que tomen bien la puntería antes de que desaparezca la
visibilidad —dijo Paul—. Deben partirles la nariz a cada una de aquellas naves
apenas la tormenta haya destruido los escudos. —Se acercó a la pared rocosa, alzó
una esquina de la cobertura de camuflaje y observó el cielo. Ya se veían las ondeantes
colas de caballo de la arena arrastrada por el viento en la creciente oscuridad
atmosférica. Paul volvió a colocar la cobertura—. Que nuestros hombres empiecen a
descender, Stil —dijo.
—¿Tú no vienes con nosotros? —preguntó Stilgar.
—Me quedaré aún un poco con los Fedaykin —dijo Paul.
Stilgar alzó los hombros, en un gesto de entendimiento hacia Gurney, y avanzó
hacia la cavidad, desapareciendo en la negrura.
—Dejo en tus manos el disparador que hará saltar la Muralla Escudo, Gurney —
dijo Paul—. ¿Cuento contigo?
—Cuentas conmigo.
Paul hizo una seña a un lugarteniente Fedaykin.
—Otheym, retira las patrullas de control del área de explosión. Deben alejarse
antes de que la tormenta llegue allí.
El hombre hizo una inclinación y siguió a Stilgar.
Gurney avanzó hacia la hendidura y se dirigió al hombre del telescopio.
—Vigila atentamente la pared sur. Estará completamente indefensa hasta que la
hagamos saltar.
—Envía un ciélago con una señal de tiempo —ordenó Paul.
—Algunos vehículos de superficie se dirigen hacia la pared sur —dijo el hombre
del telescopio—. Algunos están usando armas a proyectiles como prueba. Nuestra
gente está utilizando escudos corporales como ordenaste. Los vehículos se han
detenido.
En el repentino silencio, Paul oyó los demonios del viento aullando en el cielo…
el frente de la tormenta. La arena comenzaba a infiltrarse en la cavidad a través de los
orificios de la cubierta de camuflaje. Después, un golpe de viento arrancó la cubierta
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