Page 119 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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EL PRINCJPE   81

     cierta manera atónitos y estupefactos y aquellos reverentes
     y satisfechos  18.
        Y puesto que las acciones de éste fueron grandes y no-
      tables para un príncipe nuevo, quiero mostrar brevemente
      lo bien que supo usar el carácter de la zorra y el del león;
     que como he dicho antes son las naturalezas que un prín-
     cipe ha de imitar. Conociendo Severo la desidia del empe-
      rador Juliano, persuadió a su ejército -del  que era capitán
     en Eslavonia l9_  de la conveniencia de marchar a Roma
      para vengar la muerte de Pertinax, asesinado por los sol-
      dados pretorianos. Y bajo este pretexto, sin mostrar que as-
      piraba al Imperio, dirigió su ejército contra Roma y llegó
      a Italia antes de que se tuviera siquiera noticia de su par-
      tida. Llegado a Roma, el Senado atemorizado lo eligió em-
      perador y Juliano fue asesinado. Después de este comienzo
      le quedaban a Severo dos obstáculos si es que pretendía apo-
      derarse de todo el estado: uno en Asia, donde Pescenio Ni-
      gro, comandante  de los ejércitos asiáticos se había hecho
      proclamar emperador;  el otro en occidente, donde Albino
      aspiraba también al imperio. Juzgando peligroso enfrentar-
      se a ambos a la vez, decidió atacar a Nigro y engañar a Al-
      bino. Al que escribió diciéndole que elegido emperador por
      el senado, quería compartir con él aquella dignidad; le man-
      dó el título de César y por deliberación del Senado lo asu-
      mió como colega: cosas ambas que Albino aceptó como ver-
      daderas. Pero cuando Severo hubo derrotado y muerto a Ni-
      gro y, apaciguadas las cosas en oriente, retornó a Roma, se
      quejó en el Senado de que Albino, poco agradecido por los
      beneficios que de él había recibido, había tratado de asesi-


        18   Septimio Severo recuerda en muchos de sus rasgos a César Borja.
      Incluso el mismo Maquiavelo usa frases semejantes referidas a ambos;
      por ejemplo, entre otras: «e fu prima in Italia che si sapessi la sua par-
      tita», referido a Septímio y la expresión, usada en una carta de la primera
      legación al Valentino (1 de junio de 1502): «giunge prima in un luogo,
      che se ne possa intendere la partita donde si lieva», en Legaciones,  11,
      pág. 15.
        19   Stiavonia o Sclavonia, país de los eslavos, es decir la antigua Iliria,
      bautizada así por sus nuevos pobladores eslovenos, más o menos la actual
      Eslovenia.
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