Page 17 - DANZANTES LIBRITO
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LA CARRERA
Por la tarde se celebra la procesión, también llamada “LA CARRERA”. En ella, los danzantes tocando sus castañuelas,
junto con los músicos van y vienen sin parar continuamente durante todo el trayecto, danzando desde la carroza del Cristo de
la Viga a la Cruz que inicia la procesión. ¡Es un largo y duro recorrido!
En este incesante ir y venir, los danzantes, cada vez que llegan a la carroza, hacen tres cruces, inclinándose
ante el Cristo a modo de reverencia.
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La procesión dura unas dos horas y, a mitad del trayecto, se hace una parada, en la que mientras los danzantes descansan
un poco y toman un refresco, se realiza el denominado CAMBIO DE OFICIOS. Este es un momento solemne, en el que las
personas que dejan su cargo, y los que cogen ese año los oficios, intercambian sus insignias ante la imagen del Cristo.
El final de la Procesión, con la entrada del Cristo de la Viga de nuevo a la Iglesia, es uno de los momentos más emotivos.
Cientos de personas llenan el templo y acompañan a los danzantes que sin parar de danzar, y siempre mirando al Cristo de La
Viga, van y vienen, y se inclinan ante él, hasta que lo colocan ante el altar mayor. Finalizan ofreciéndole el paloteo de LA
MARCHA, como homenaje, y se canta EL HIMNO.
Por último, se reparten entre la gente las flores de la carroza, que las guardan como recuerdo.
La gente, emocionada por el momento, cada uno con sus deseos, peticiones personales o agradecimientos al Cristo,
o a recuerdos de antepasados, rompe en vítores y aplausos, y se escuchan sus voces exclamando:
¡VIVA EL CRISTO DE LA VIGA! ¡VIVA EL CRISTO DE LA VIGA! ¡VIVA EL CRISTO DE LA VIGA!
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