Page 208 - Huasipungo - Jorge Icaza
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hasta que el señor oficial cumpla su deber· 2()9'·
puedes mandarle a ver a taita cura para
jugar una cairla.
-Será cuestión de dos horas-'- afirma el
oficial despidiéndose.
-Tómese otra, esto da coraje.
A media. tarde, el alboroto de los rebeldes fue·
clavado en la sorpresa por las tachuelas de las· a-·
metralladoras.
Se sienten encantados los gua-guas oyendo algo
que ellos se imaginan ·voladores o cohetes.
El griterío de fuego esparció a las familias in-
dias como perdigones sobre la loma. Patrullas de·
soldados, como· quien sale a cacería de conejos,.
rodearon a los fugitivos.
-Vele, entre esas matas está asomando la ca-
beza uno.
-Si, carajo ... Se está escondiendo de los que
avarizan por el otro lado.
-Verás rni puntería.
Suena un disparo, el indio crispa las manos en
el pecho, propónese formular una queja al cielo.
pero un segundo· disparo tronchan queja e
indio.
-Cashate; carajo .... Vis en ese árbol?
-Dejá le bajo yo como pájaro.·
Se desgaja la presa abatiendo las alas tlel· pon-
H u A p u N G
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"