Page 3 - MONTT LATIN AMERICAN MAGAZINE, OCTUBRE 2021 (Español)

-Editorial-
Los Modernos y Los Rezagados
“El clivaje no esta ya en los ideas políticas de derecha o izquierda, sino entre los modernos y los reza- gados, potenciados estos últimos por las redes sociales y su capa- cidad de movilización, y reforta- lecidos por la dirección política de la izquierda no democrática”.
Santiago Montt, presidente de Montt Group
más bien desprenderse de ellos, porque con gran esfuerzo pudieron distanciarse de ese conjunto de personas. De este modo, los rezagados ya perdieron o están claramente en camino de perder todo contacto real con los modernos que no sean relaciones laborales distantes. Es esta dicotomía la que está aflorando a la superficie y generando en su núcleo el conflicto social que se está viviendo en nuestro subcontinente.
En cada uno de estos países, en una convivencia poco amistosa, están estos dos estratos sociales con una movilidad interna inexistentes entre ellos. Donde ha quedado claramente en evidencia esto es en Chile, en la conformación de la Comisión Constituyente que se escogió democráticamente por elecciones generales después del estallido social de octubre del 2019, para redactar una Constitución “desde una página en blanco”, en la que el grupo de los rezagados mostró su potencia en la representatividad de sus personeros, eligiendo ellos solos el 16,66 por ciento de los representantes, los que sumados al 18,74 por ciento de la agrupación Apruebo Dignidad, integrada por el Partido Comunista, alcanzan por sí solos al 35,34 por ciento. Ellos, en parte importante muestran un discurso y una actitud de revancha hacia lo moderno, lo que sienten como el causante de su despojo. Es verdaderamente sorprendente escuchar algunas de las opiniones con rechazo de la civilización incorporada desde la colonización europea, a la que acusan de provocar la expoliación de los habitantes originales, quienes tienen el mejor derecho. ¿Qué se puede hacer? ¿Qué es lo que sucedió? ¿Cómo fundir democráticamente todos estos estratos de población en una nación con armonía y estabilidad necesaria, en una sola historia?
En estos últimos dos años hemos experimentado con mucha fuerza y dramatismo las dos caras de Latinoamérica. En un extremo se ubican los grupos sociales modernos, pujantes, educados y cada vez más diestros profesionalmente, muchos de ellos multilingües, capaces de organizar y llevar adelante exitosamente emprendimientos, lo que hoy día, a diferencia del pasado, se conforma con una diversidad social importante y sin coincidir necesariamente con las élites económicas establecidas, generando empleos y valor económico y social importantes. Esto representa un porcentaje variable en los diferentes países del subcontinente, pero que como grupo
social significa entre el 15 al 20 por ciento del total como promedio.
En el otro extremo existe una masa de rezagados sociales entre el 30 al 40 por ciento, según los distintos países, que tiene solo una educación básica, que no se sitúa en absoluto en la modernidad y que no posee un mayor acceso al progreso, ya que carece de oportunidades significativas, y que en la medida en que los grupos sociales intermedios que representan la diferencia de alrededor del 40 por ciento se introducen en el progreso, los rezagados van quedando cada vez más desprovistos y ausentes de motivaciones.
Estos dos grupos extremos, con una capa intermedia de en torno al 40 por ciento, son las dos caras de Latinoamérica. Ambas coexisten y son plenamente reales, y están compartiendo cada vez más de peor manera. El grupo moderno tiende a ignorar en su actuar al grupo rezagado, y más bien lo ve como un mero generador de mano de obra (como si fueran inmigrantes); asimismo, los grupos modernos recién incorporados quieren
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