Page 129 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
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2.      Lea Gálatas 6.7– 10 .

                A.      Dios reconoce que nos cansamos de nuestras luchas contra el pecado (v. 9 ). Una vez

                    que usted se percata de su necesidad de mantener bajo control sus pensamientos (plantar
                    las semillas apropiadas), ¿qué hace si se siente tentado a ceder a la fatiga espiritual?

                B.      ¿Cuáles son los beneficios que se pueden cosechar al tener centrados en Dios nuestros

                    pensamientos?



            3.      Proverbios 4.20– 23 nos amonesta que prestemos mucha atención a lo que Dios dice.


                A.       Debemos  guardar  sus  palabras  no  solo  en  nuestra  vista  sino  también  en  nuestros
                    corazones. ¿Cuál es la diferencia entre estas dos ideas?

                B.      Al corazón se lo compara con un «manantial» de vida. Busque en un diccionario la palabra

                    «manantial». A su juicio, ¿por qué se usa esta palabra en el versículo 23 ?

                C.      Usted ha oído la expresión: «Eres lo que comes». ¿Cree usted que también es lo que

                    piensa? Dé algunos ejemplos.



            4.      En 2 Corintios 10.3– 5 Pablo nos recuerda que aun cuando vivimos en el mundo no debemos

                ser parte de él (v. 3 ). Reconoce que la vida es una lucha y nos recuerda que se nos ha dado el

                «poder divino» (v. 4 ) para ayudarnos a ganar la batalla.

                A.      El versículo 5 nos dice que «llevemos cautivos» nuestros pensamientos, sujetándolos a la

                    obediencia  a  Cristo.  ¿Cómo  podemos  hacer  esto?  ¿Qué  debemos  hacer  con  estos
                    pensamientos, una vez que los hayamos capturado?

                B.       ¿Cómo  puede usted decirle  que no a  sus  pensamientos  errados,  impuros e  impíos,  y

                    rehusar darles entradas? ¿De qué manera puede ser esto como una batalla?




            Sea las manos de Jesús



            1.      Piense por un momento en un lote de terreno fértil. ¿Hay más trabajo en la tarea de plantar o

                de desyerbar? ¿Qué ocurre si se descuida esto último? ¿Qué mercado existe para la venta de
                hierbas malas? ¿Sembraría alguien hierbas malas a propósito? Traduzca estas preguntas a la

                práctica para hacer una evaluación de sus pensamientos. Decida hoy sembrar rosas y, con la
                ayuda de Dios, mantener a raya los espinos.


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