Pero, aunque no lo creas, no encontré
nada que pudiera representar lo que quería
decir.
Quería que fuera un regalo tan, pero tan
especial que ninguna tienda y en ningún país
lo iba a encontrar. Al regresar a casa, mi
mami me dijo en secreto:
-Los mejores regalos se piensan con el
corazón-