Los tres piratas se subieron al barco. No todo
empezó tan sencillo. Ese mapa los llevaba por
rumbos desconocidos.
En una oleada, Pirata Conejo cayó del barco,
Fabio se mareó y Mamá en un remolino se metió,
pero nada, absolutamente nada impedía disfrutar
la aventura que vivían.