Page 10 - Revista científica IESBrugulat 2016/17
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El dispositivo consiste en un parche elástico y deformable como la
goma, del tamaño de una moneda y que se adhiere con firmeza a
la piel del brazo o la espalda. La superficie en contacto con el
cuerpo posee unas microperforaciones que recolectan el sudor
durante el ejercicio físico. La presión del líquido y el efecto de
capilaridad distribuyen el sudor por una red de diminutos canales,
de modo que acaba inundando cuatro pequeños depósitos
circulares. Cada uno de ellos contiene un reactivo para medir,
respectivamente, el pH o acidez del sudor, el nivel de glucosa, de
lactato y de cloruro. Éste último se emplea como marcador de
diagnóstico de fibrosis quística. Además, el grado de llenado de
los microcanales sirve para valorar el volumen de líquido
producido; es decir, si sudamos demasiado o menos de lo normal.
SIN CABLES NI BATERÍAS
Una ventaja fundamental del sistema es que las reacciones del
sudor con los distintos indicadores están diseñadas para medirse
por colores, de modo que ni siquiera se necesita un laboratorio:
basta con un teléfono móvil. Según explica a EL ESPAÑOL el
director del estudio, el ingeniero bioelectrónico John Rogers, de
las Universidades de Illinois y Northwestern, el parche lleva
también integrada una antena y un componente electrónico de
comunicación de campo cercano (NFC, por sus siglas en inglés)
que no necesita batería. Simplemente acercando al parche un
smartphone dotado de tecnología NFC, "este componente
electrónico lanza en el teléfono una app que captura una imagen
digital del dispositivo", expone Rogers. "El análisis cuantitativo del
color de la imagen proporciona la información sobre las
concentraciones de los biomarcadores". Los investigadores han
probado su sistema en el laboratorio con nueve voluntarios
sometidos a un ejercicio de bicicleta estática.