Page 4 - Miqueas
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Profetismo en Israel


                                Misión de Miqueas
                                Misión de Miqueas





                «Voy  a  con-                                                              vertir  a  Sa-
                maria  en  un                                                              campo         de
                ruinas,  en  un                                                            plantío       de

                viñas»       (Miq.                                                         1,6). Con es-
                tas  duras  pa-                                                            labras        ex-
                preso  la  triste-                                                         za  que  hay
                en  el  corazón                                                            de      Yahvé,
















                      Además,  imagínate  que  decían  que  iba  a  suceder  en
                      Jerusalén,  cuando  la    elección  de  Yahvé  fue  para  Belén.
                      Definitivamente  eran  unos  mentirosos  porque  según  ellos  la
                      salvación  solamente  sería  para  un  resto  vencedor  y  fuerte,
                      cuando  la  verdad  es  que  estaba  destinada  para  el  resto
                      pequeño  y  para  aquellas  naciones  que  desde  su  interior  la
                      habían deseado.



                      Me gustaría preguntarte a ti ¿que harías en mi lugar? ¿Con qué
                      palabras  hablarías  a  este  pueblo?  Quiero  recordarte  que  tú

                      también tienes una misión que cumplir, porque seguramente en
                      la  realidad  en  la  que  vives,  también  se  encuentran  estos
                      pecados que no agradan a Dios y destruyen todo el  orden de
                      la  sociedad.  Te  invito  a  tener  misericordia  y  compasión  con
                      todos  aquellos  que  cometen  el  mal,  así  como  el  anuncio  de
                      una justicia divina que les permita reflexionar y arrepentirse de

                      toda su maldad. “Aguarda y espera en el Dios de tu salvación:
                      tu Dios te escuchará” (Miq.7,7).
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