Page 40 - UNIDAD DEPORTIVA ''LA REVOLUCIÓN''
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OBJETO DE LA IDEA
INTRODUCCION
El tablero de ajedrez tiene 8 filas de 8 casillas blancas y negras alternadas. Cada
color dispone de 16 piezas: rey, reina, alfiles, caballos, torres y peones.
El ajedrez es un juego de ingenio, en el que el azar no interviene y que requiere un
importante esfuerzo intelectual. El objetivo del juego, que simboliza la guerra, es capturar
(dar jaque mate) al rey del adversario.
El ajedrez tiene su origen en la India, en el valle del Indo, y data del siglo VI d.C.
Originalmente conocido como Chaturanga, o juego del ejército. llegó por las rutas comerciales,
después de que el juego se extendiera a lo largo del mundo islámico, su nombre cambió por el
de Shatranj. Las reglas y los nombres de las piezas se mantuvieron tales y como eran en Persia.
El juego fue muy popular durante casi 1000 años, pero después fue siendo remplazado
gradualmente por el ajedrez moderno.
Una antigua leyenda cuenta sobre un rey tirano indio, Shihram, y un hombre sabio. Junto con el rey, fue al tablero de ajedrez, y le pidió que pusiera un grano de trigo
El sabio quería convencer a Shihram de la importancia de cada residente de su reino. Por en la primera casilla, dos en la segunda, y siguiera doblando la cantidad hasta que el tablero
ello, inventó un juego que representaba su reino, consistiendo en el propio rey, su reina, las de ajedrez estuviera lleno.
torres, alfiles, caballos y peones, los cuales son todos importantes para sobrevivir.
Primero, el rey se sintió muy ofendido, pero luego ordenó a sus sirvientes que
Al rey le gustó mucho el juego y comprendió que el juego era como la vida real. Por cumplieran el deseo del hombre.
ello, ordenó que todos en su reino jugaran ajedrez, Shiram le ofreció al hombre todo el oro
y la playa que quisiera, pero el sabio no quería ningún tesoro. Desesperadamente, los sirvientes concluyeron que esa enorme cantidad de trigo no
existía y el rey comprendió que el sabio le había dado una segunda lección. Como con los
peones en el ajedrez, ¡no debería subestimar las pequeñas cosas de la vida