Page 46 - PORTAFOLIO DE LECTURA COMPRENSIVA MARLIN ROCIO MONZÓN LEÓN_Neat
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Los cerdos mayores, al ver esto, no soportaron más la felicidad de un cerdito que para ellos

                  había roto la armonía familiar y ahora los abochornaba con sus extravagancias y conducta
                  impropias de un cerdito, como si no fuera suficiente el hecho de que era verde y eso para
                  ellos mancillaba el prestigio y la armónica belleza rosadita de la familia.

                  Cansados de él, los cerdos mayores decidieron expulsarlo de la granja. Le dijeron que se

                  marchara, que era un engendro de la naturaleza que solo deshonraba a la familia, y que si se
                  atrevía a volver por allí la pasaría realmente mal.

                  Tras esto el cerdito de color verde si no pudo reponerse de la tristeza. Había sido obligado a
                  abandonar el lugar que lo vio nacer y, en consecuencia, a vagar por el mundo sin rumbo fijo

                  ni destino al que ir.

                  Tras  andar  y  desandar  por  un  denso  bosque  durante  unos  días,  el  cerdito  vio  una  bella
                  pareja  de  ciervos  ya  mayores.  Quedó  encantado  con  la  belleza  y  cornamenta  de  tan
                  majestuosos animales, mas no se atrevió a interrumpir lo  que hacían y se quedó en una

                  esquina de un descampado.

                  Sin  embargo,  los  viejos  ciervos  se  percataron  de  su  presencia  y  lo  observaron
                  detenidamente con una mezcla de asombro, gracia y admiración. Nunca habían visto algo
                  tan curioso, pero a la vez tierno, como un cerdito de color verde.

                  De pronto se percataron que el animalito estaba sollozando y sin dudarlo se acercaron a él y

                  le preguntaron que lo acongojaba.

                  El  cerdito  con  el  tono  de  la  esperanza  les  hizo  su  historia  y  ganó  la  solidaridad  en
                  sentimiento  de  los  ciervos,  que  casualmente  nunca  habían  podido  tener  descendencia  y
                  vieron  como  esa  extraña  pero  agradable  criatura  despertaba  sus  instintos  maternal  y
                  paternal.


                  Por ello propusieron al cerdito que viviese con ellos en el bosque, donde los tres podrían ser
                  muy  felices  y  vivir  en  familia,  esa  de  la  que  por  distintas  causas  los  tres  habían  sido
                  privados.

                  Por supuesto, el cerdito aceptó gustoso y desde entonces habita en el bosque junto a los

                  viejos y muy bellos ciervos.

                  Cuentan los que han pasado por allí que aún puede verse a esa insólita familia, lo mismo
                  tirados descansando en cualquier descampado, que disfrutando de un baño en una laguna o
                  correteando de un lugar a otro, radiando libertad y felicidad.





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