Page 20 - 7. Folleto - LOS 144 MIL - ¿Quiénes serán ellos(1)
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                  altísima  peligrosidad  espiritual  llegan  todos  aquellos  que  no  guardan  el
                  sábado como el legítimo día de reposo cristiano!.

                  Nosotros, los Cristianos Apostólicos, guardamos el sábado como día de reposo
                  cristiano, como señal indiscutible de adoración y obediencia al Creador, y porque
                  es la señal por medio del cual lo reconocemos como el Creador de todas las cosas
                  existentes, y porque es la señal que nos identifica como hijos de ese Omnipotente
                  Creador y miembros de su pueblo santo (Apocalipsis 14: 7 en concordancia con Éxodo
                  20: 11 (el cuarto mandamiento, la guarda del sábado). Éxodo 20: 8, Isaías 58: 13, 14, Éxodo 31: 16, 17,
                  Juan 14: 15 y 21, 1ªJuan 2: 3-5 y Apocalipsis 14: 12)

                  De manera, que el sábado es el sello de Elohym. El guardar el sábado como
                  legítimo día de reposo cristiano es el acto de obediencia que hace todo sincero
                  cristiano.

                  Para ese grupo de los “ciento cuarenta y cuatro mil” que le serán fieles a Elohym
                  y que por ello le dan el calificativo de “siervos de nuestro Elohym” (Apocalipsis 7:
                  3),  les vendrá  sobre  ellos,  entonces,  el  valiosísimo  aporte  divino  que  por  gracia
                  Elohym,  como  recompensa,  lleva  a  cabo  en  ellos  el  acto  de  “sellarlos  con  el
                  Espíritu Santo” como guardadores del sábado, asegurándoles ya la vida y por
                  tanto la salvación eterna (Efesios 4: 30) preparándolos así para que puedan pasar
                  victoriosos por esa tenebrosa segunda etapa de la última horrible persecución
                  que se nos avecina a nivel mundial para estos tiempos finales de este mundo
                  (Apocalipsis  7:  14),  quedando  vivos  para  esos  momentos  en  que  ocurra  la
                  Segunda Venida de Cristo (1°Tesalonicenses 4: 17). De esta manera mixta es lo que
                  consiste  ese  sellamiento  de  los  “ciento  cuarenta  y  cuatro  mil”  registrado  en
                  Apocalipsis  7:  1-4,  para  que  sea  posible  que  todos  esos  hijos  de  Elohym,
                  conformadores de ese grupo privilegiado de los “ciento cuarenta y cuatro mil”
                  puedan tener en sus “frentes”, el Nombre (Carácter: Amor puro) de Cristo y el de su
                  santísimo Padre celestial (Apocalipsis 14: 1).

                  Entonces,  cuando  los  “ciento  cuarenta  y  cuatro  mil”  sean  sellados  en  sus
                  frentes, quiere ello decir que serán legítimamente guardadores del sábado y por
                  esa  estricta  e  inquebrantable  fidelidad  a  Elohym,  el  carácter  de  ellos  será
                  totalmente moldeado a semejanza del carácter de Elohym; por eso de ellos se
                  dice que son aquellos “que no se han contaminado con mujeres”; ya sabemos
                  que la expresión “mujer” equivale en la simbología bíblica a “iglesia”, que, por
                  estar aquí esa expresión en plural, denota que los 144 mil mostrarán una pureza
                  doctrinal,  pues  no  se  encontrarán  contaminados  por  esa  cantidad  de  doctrinas
                  falsas que  pregonan ahora toda esa cantidad  de iglesias falsas que algunas se
                  denominan “Testigos de Jehová”, o de aquellos denominados “evangélicos” en sus
                  distintas denominaciones, o de los llamados “Mormones”, o “Católicos”, etc…; por
                  eso  es  por  lo  que  la  Biblia  dice  de ellos,  que  son    “vírgenes”,  o  sea  que  son
                  totalmente puros, alejados de toda contaminación e impurezas de falsas doctrinas,
                  alejados  de  toda  práctica  pagana,  de  toda  práctica  satánica,  pues  no  se  han
                  contaminado, no practicando ninguna doctrina de demonios, y por eso, de ellos
                  mismos, dice la Escritura en Apocalipsis 14: 1, parte final:
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