Page 9 - 7. Folleto - LOS 144 MIL - ¿Quiénes serán ellos(1)
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TERCERO: Importante: Cuando el pueblo de Israel entró en la tierra prometida o
tierra de Canaán, nótese que, a los levitas, es decir a todo ese CUERPO DE
ASISTENTES de Aarón en el Santuario o Templo de Elohym, no les repartieron
tierras; ellos no tuvieron parte en ese reparto (Deuteronomio 18: 1-8. Números 18:
20. Josué 13: 33), porque su heredad fue Elohym mismo (Deuteronomio 18: 2.
Números 18: 20. Josué 13: 33). Obsérvese, entonces, que los levitas no tenían
heredad en la tierra prometida, es decir en la nueva tierra, o sea la tierra de
Canaán (que era el símbolo de la Nueva Jerusalén, la de la vida eterna) y la labor de ellos, en
su condición de CUERPO DE ASISTENTES del Sumo sacerdote, se sujetaba, únicamente,
en la de “ministrar en el Santuario o Templo terrenal” de manera permanente
(Números 1: 47-54, Números 4: 1-49 y Números 18: 21) bajo las órdenes y responsabilidad
del mismo Sumo sacerdote (Deuteronomio 18: 5. Números 18: 2. Números 3: 5-9.
Números 8: 13-22. Números 4: 1-49).
De todo lo anterior, se desprende lo siguiente:
1. Solamente de la casa de Aarón salían los Sumos sacerdotes.
2. Aarón, en su condición de Sumo sacerdote del Santuario terrenal, tenía
un Cuerpo de Sacerdotes Asistentes, los Levitas, que le servían,
permanentemente, en todos los asuntos del Santuario.
3. Los levitas, como Cuerpo de Asistentes, estaban siempre delante del
Sumo sacerdote, Aarón ministrando el Santuario terrenal.
4. Los levitas seguían siempre a Aarón como Sumo sacerdote del
Santuario terrenal, a dondequiera que éste iba cada vez que se movían
por el desierto
5. Los levitas fueron escogidos para “ministrar en el Santuario” como
estatuto perpetuo por pacto de Elohym con Leví (Malaquías 2: 4, 5),
porque Leví fue un hombre puro, sin maldad ni mentiras en su boca
(Malaquías 2: 6, 7).
6. Los levitas, como Cuerpo de Asistentes del Sumo sacerdote, no
tuvieron heredad en la tierra prometida, es decir la tierra de Canaán; le
pertenecían a Elohym entera y permanentemente; suyos eran (Números
18: 6, 20. Números 3: 12). Como recompensa por no tener heredad en la
“tierra prometida de Canaán”, tenían entonces a Elohym por
heredad, y eran tratados con el privilegio de “comer de los manjares
ofrecidos a Elohym” (Deuteronomio 18: 1, 2).
Ahora bien, el Santuario terrenal era figura del verdadero, es decir del que se
encuentra en el cielo que es el modelo original, o sea el Santuario celestial (Éxodo
25: 8, 9. Éxodo 25: 40. Éxodo 26: 30. Éxodo 27: 8). En el cielo se encuentra el verdadero
Santuario, el celestial, no hecho de manos sino por Elohym mismo, en el cual entró
Cristo cuando ascendió al cielo (Hebreos 9: 11, 12 y Hebreos 9: 24).