Page 12 - DiarioTiempo-22-09-23
P. 12
12
EL DEBATE EMERGENTE algo intocable. Procura, en cambio, desorganizar, interpe-
lar el canon, romper líneas temporales tradicionales, retar
Y NECESARIO SOBRE LA la manera en que seguimos las historias detrás de ciertas
voces y jugar con las dimensiones espaciales y temporales.
De su parte, la moda ha sido de las industrias económi-
cas y culturales que ha reproducido sostenidamente nocio-
DESCOLONIZACIÓN nes racistas, clasistas y patriarcales sobre el cuerpo, y ha
promovido el consumo de bienes a favor de la acumulación
de capital en detrimento de la vida en la tierra. La moda ha
afirmado su belleza a partir del sujeto y la mirada blanca,
La decolonialidad no es una metáfora. Busca transformar las estructuras, europea y extractivista.
En América Latina, las conexiones entre la moda, el
mentalidades y prácticas coloniales y, en últimas, reconfigurar el poder turismo y el colonialismo son evidentes. Las percepciones
estéticas y culturales sobre el territorio y sus habitantes
Por CAROLINA RODRÍGUEZ MAYO EDWARD SALAZAR CELIS construyen una otredad exótica -miedosa y festiva a la vez-
apta para el consumo del turista que celebra fugazmente el
destino que visita para luego salir de allí inmune, inmóvil.
olonialidad y decolonialidad son términos que como natural: lo enseñado carga el legado de la colonia. La moda y el turismo usufructuan esta construcción,
han aumentado su circulación en medios masivos, Al seguir aceptando la herencia colonial como parte de y van de pueblo en pueblo apropiando y aplaudiendo un
organizaciones sociales, redes académicas, discu- una normatividad se pasan por alto fronteras políticas y consumo que perpetúa el modelo colonial, es decir la moder-
Csiones políticas y espacios digitales como Tik Tok económicas necesarias de derribar. nidad racial en la que unos devoran y otros son devorados.
e Instagram. El pasado 25 de mayo, la vicepresidenta de Argentina, Sin embargo, las noticias, análisis y denuncias de
Desde el debate (y molestia) por descolonización de los Cristina Fernández de Kirchner, señaló: “Cuando escucho campañas publicitarias racistas han ocupado cada vez más
museos nacionales en España hasta la indignación que ha a algunos dirigentes, a los cuales respeto porque son diri- la atención pública.
causado en la política tradicional colombiana el reclamo al gentes votados por su pueblo ponerse contentos porque en El rechazo histórico a la precarización de la ciudad de
Estado sobre la deuda y reparación histórica a las personas Bolivia y en Chile han sacado legislaciones que cuidan el Cartagena, Colombia, en nombre del turismo, o la lucha
afrocolombianas por los legados del racismo, la discusión litio, y se ponen contentos porque dicen: ‘Ah, bueno, como de ambientalistas y de comunidades indígenas en contra
sobre la colonialidad latente ha aumentado su presencia en les ponen muchas exigencias allá, se van a venir todos para del proyecto del Tren Maya en la península de Yucatán han
la agenda pública. acá’. Pero qué vocación de colonia. Qué vocación de volver a sido imparables.
Los términos colonialidad y decolonialidad revelan la ser Potosí. Ponete en la cabeza ser Malasia, ser Corea, pero En la política y en la literatura la decolonialidad es una
urgencia: apropiar lenguajes y prácticas que permitan no volver a ser Potosí, por favor.” búsqueda activa en conversaciones entre la academia, los
entender y actuar mejor sobre la realidad. Fernández hace referencia a la manera en que Argentina medios y las redes sociales, para seguir combatiendo desde
En este sentido, una audiencia creciente indaga, cuestio- se ha puesto históricamente en un papel de centro en rela- sus ámbitos el sesgo racial y el racismo que permanece en
na y busca interrumpir los legados del colonialismo en las ción al resto de América Latina debido a su supuesta cerca- América Latina y otras naciones multirraciales.
estructuras de poder, los imaginarios colectivos y en la vida nía con lo europeo y, por ende, con lo blanco. También señala Las conexiones coloniales entre raza, clase y género en la
cotidiana. que en los países de la región persiste aquella vocación de moda o el turismo colonial no son noticias nuevas. Pero las
¿Qué se señala cuando hablamos de colonialidad? A colonia que es a su vez extractivista. audiencias están interpelando industrias históricamente
grandes rasgos, se trata de comprender que el origen de Como en la política, en los espacios culturales también patriarcales y largamente aplaudidas, pensando formas de
muchos de nuestros comportamientos, hábitos y estructu- bulle la pregunta por la decolonialidad. Por ejemplo, la creación y sostenimiento que cuestionen el poder.
ras sociales son herencia de la época colonial afianzados novela literaria ha sido una de las tecnologías más impor- Reconocer la herencia colonial que informa estas prácti-
a través de la modernidad, y que persisten en nuestros tantes para ampliar y extender la idea cultural de occidente. cas ha sido fundamental para entender y anudar un proble-
presentes. La novela, aún decimonónica, carga consigo formas ma de base. Las voces colectivas defienden, con urgencia y
Las concepciones de género, de raza y clase vigentes preocupantes sobre lo que significa la individualidad, la como un proceso en andas, la descolonización de las menta-
son parte del lastre que es el legado colonial. El proceso de autoría y la linealidad narrativa, sus formas privilegiadas lidades, las prácticas y el poder.
racialización aún opera en las nociones de clase social; los de operar. El pensamiento decolonial es una de las más potentes
constructos de belleza o de éxito tienen una dimensión de Desde la decolonialidad, la novela deja de buscar maneras brújulas contemporáneas para comprender los lazos del
género que se cruzan a su vez con ideas de raza y clase. Esta lineales de contar una historia, deja de pensar en narrado- pasado con el presente, con el fin de redibujar desde el hoy
estructura que nos atraviesa está interiorizada y asumida res tradicionales y deja de pensar en el género literario como los futuros que nos convocan. La intelectualidad latinoa-
mericana y caribeña han desarrollado una larga tradición
de décadas cuestionando los lazos entre la modernidad y
la colonialidad, y su papel en la creación de una estructu-
ras jerárquicas y opresivas vigentes. Para Frantz Fanon,
la descolonización se trata de una actitud y una acción
encaminada a desarticular estas estructuras de poder. Se
trata de desmontar el entramado inseparable de relacio-
nes racistas, patriarcales y extractivistas que han hecho
inviable la vida para la inmensa mayoría de la población
y para el planeta mismo. Y aunque se trata de un proble-
ma estructural, si la colonialidad es también una mentali-
dad, la descolonización comienza por el cuestionamiento y
progresivo desmantelamiento de las creencias y actitudes
individuales desde una acción colectiva.
Las ideas romantizadas del mestizaje como forma prota-
gónica en la construcción de supuestas democracias racia-
les también necesitan ser interpeladas. Detrás del mesti-
zaje se cimentó un proyecto antinegritud en las Américas,
insistente en blanquear la población y las culturas del
continente. El mestizaje es un proyecto que sigue vivo y es
visible en el desplazamiento masivo de personas haitianas
y en su recepción como migrantes en países que las decla-
ran indeseables. Habla de la actitud colonial que insiste
en mantener máximas prejuiciosas y estereotipadas de la
comunidad negra.
La perspectiva de que Haití es un país maldito porque
La estatua derribada del fundador de Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada, el 7 de mayo de 2021.MAURICIO DUEÑAS no es un país católico se sostiene en que buena parte de la
CASTAÑEDA (EFE) prensa ha estigmatizado a Haití bajo nociones racistas.