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        EL DEBATE EMERGENTE                                                                                 algo intocable. Procura, en cambio, desorganizar, interpe-

                                                                                                            lar el canon, romper líneas temporales tradicionales, retar
       Y NECESARIO SOBRE LA                                                                                 la manera en que seguimos las historias detrás de ciertas
                                                                                                            voces y jugar con las dimensiones espaciales y temporales.
                                                                                                              De su parte, la moda ha sido de las industrias económi-
                                                                                                            cas y culturales que ha reproducido sostenidamente nocio-
        DESCOLONIZACIÓN                                                                                     nes racistas, clasistas y patriarcales sobre el cuerpo, y ha
                                                                                                            promovido el consumo de bienes a favor de la acumulación
                                                                                                            de capital en detrimento de la vida en la tierra. La moda ha
                                                                                                            afirmado su belleza a partir del sujeto y la mirada blanca,
        La decolonialidad no es una metáfora. Busca transformar las estructuras,                            europea y extractivista.
                                                                                                              En América  Latina,  las  conexiones  entre  la  moda,  el
        mentalidades y prácticas coloniales y, en últimas, reconfigurar el poder                            turismo y el colonialismo son evidentes. Las percepciones
                                                                                                            estéticas y culturales sobre el territorio y sus habitantes
                              Por CAROLINA RODRÍGUEZ MAYO EDWARD SALAZAR CELIS                              construyen una otredad exótica -miedosa y festiva a la vez-
                                                                                                            apta para el consumo del turista que celebra fugazmente el
                                                                                                            destino que visita para luego salir de allí inmune, inmóvil.
                olonialidad  y  decolonialidad  son  términos  que   como natural: lo enseñado carga el legado de la colonia.  La  moda  y  el  turismo  usufructuan  esta  construcción,
                han aumentado su circulación en medios masivos,   Al seguir aceptando la herencia colonial como parte de   y van de pueblo en pueblo apropiando y aplaudiendo un
                organizaciones sociales, redes académicas, discu-  una normatividad se pasan por alto fronteras políticas y   consumo que perpetúa el modelo colonial, es decir la moder-
        Csiones políticas y espacios digitales como Tik Tok   económicas necesarias de derribar.            nidad racial en la que unos devoran y otros son devorados.
        e Instagram.                                        El pasado 25 de mayo, la vicepresidenta de Argentina,   Sin  embargo,  las  noticias,  análisis  y  denuncias  de
          Desde el debate (y molestia) por descolonización de los   Cristina Fernández de Kirchner, señaló: “Cuando escucho   campañas publicitarias racistas han ocupado cada vez más
        museos nacionales en España hasta la indignación que ha   a algunos dirigentes, a los cuales respeto porque son diri-  la atención pública.
        causado en la política tradicional colombiana el reclamo al   gentes votados por su pueblo ponerse contentos porque en   El rechazo histórico a la precarización de la ciudad de
        Estado sobre la deuda y reparación histórica a las personas   Bolivia y en Chile han sacado legislaciones que cuidan el   Cartagena, Colombia, en nombre del turismo, o la lucha
        afrocolombianas por los legados del racismo, la discusión   litio, y se ponen contentos porque dicen: ‘Ah, bueno, como   de ambientalistas y de comunidades indígenas en contra
        sobre la colonialidad latente ha aumentado su presencia en   les ponen muchas exigencias allá, se van a venir todos para   del proyecto del Tren Maya en la península de Yucatán han
        la agenda pública.                                acá’. Pero qué vocación de colonia. Qué vocación de volver a   sido imparables.
          Los términos colonialidad y decolonialidad revelan la   ser Potosí. Ponete en la cabeza ser Malasia, ser Corea, pero   En la política y en la literatura la decolonialidad es una
        urgencia:  apropiar  lenguajes  y  prácticas  que  permitan   no volver a ser Potosí, por favor.”   búsqueda activa en conversaciones entre la academia, los
        entender y actuar mejor sobre la realidad.          Fernández hace referencia a la manera en que Argentina   medios y las redes sociales, para seguir combatiendo desde
          En este sentido, una audiencia creciente indaga, cuestio-  se ha puesto históricamente en un papel de centro en rela-  sus ámbitos el sesgo racial y el racismo que permanece en
        na y busca interrumpir los legados del colonialismo en las   ción al resto de América Latina debido a su supuesta cerca- América Latina y otras naciones multirraciales.
        estructuras de poder, los imaginarios colectivos y en la vida   nía con lo europeo y, por ende, con lo blanco. También señala   Las conexiones coloniales entre raza, clase y género en la
        cotidiana.                                        que en los países de la región persiste aquella vocación de   moda o el turismo colonial no son noticias nuevas. Pero las
            ¿Qué  se  señala  cuando  hablamos  de  colonialidad? A   colonia que es a su vez extractivista.  audiencias están interpelando industrias históricamente
        grandes rasgos, se trata de comprender que el origen de   Como en la política, en los espacios culturales también   patriarcales y largamente aplaudidas, pensando formas de
        muchos de nuestros comportamientos, hábitos y estructu-  bulle la pregunta por la decolonialidad. Por ejemplo, la   creación y sostenimiento que cuestionen el poder.
        ras sociales son herencia de la época colonial afianzados   novela literaria ha sido una de las tecnologías más impor-  Reconocer la herencia colonial que informa estas prácti-
        a través de la modernidad, y que persisten en nuestros   tantes para ampliar y extender la idea cultural de occidente.  cas ha sido fundamental para entender y anudar un proble-
        presentes.                                          La  novela,  aún  decimonónica,  carga  consigo  formas   ma de base. Las voces colectivas defienden, con urgencia y
          Las  concepciones  de  género,  de  raza  y  clase  vigentes   preocupantes sobre lo que significa la individualidad, la   como un proceso en andas, la descolonización de las menta-
        son parte del lastre que es el legado colonial. El proceso de   autoría y la linealidad narrativa, sus formas privilegiadas   lidades, las prácticas y el poder.
        racialización aún opera en las nociones de clase social; los   de operar.                             El pensamiento decolonial es una de las más potentes
        constructos de belleza o de éxito tienen una dimensión de   Desde la decolonialidad, la novela deja de buscar maneras   brújulas contemporáneas para comprender los lazos del
        género que se cruzan a su vez con ideas de raza y clase. Esta   lineales de contar una historia, deja de pensar en narrado-  pasado con el presente, con el fin de redibujar desde el hoy
        estructura que nos atraviesa está interiorizada y asumida   res tradicionales y deja de pensar en el género literario como   los futuros que nos convocan. La intelectualidad latinoa-
                                                                                                            mericana y caribeña han desarrollado una larga tradición
                                                                                                            de décadas cuestionando los lazos entre la modernidad y
                                                                                                            la colonialidad, y su papel en la creación de una estructu-
                                                                                                            ras jerárquicas y opresivas vigentes. Para Frantz Fanon,
                                                                                                            la descolonización se trata de una actitud y una acción
                                                                                                            encaminada a desarticular estas estructuras de poder. Se
                                                                                                            trata de desmontar el entramado inseparable de relacio-
                                                                                                            nes racistas, patriarcales y extractivistas que han hecho
                                                                                                            inviable la vida para la inmensa mayoría de la población
                                                                                                            y para el planeta mismo. Y aunque se trata de un proble-
                                                                                                            ma estructural, si la colonialidad es también una mentali-
                                                                                                            dad, la descolonización comienza por el cuestionamiento y
                                                                                                            progresivo desmantelamiento de las creencias y actitudes
                                                                                                            individuales desde una acción colectiva.
                                                                                                              Las ideas romantizadas del mestizaje como forma prota-
                                                                                                            gónica en la construcción de supuestas democracias racia-
                                                                                                            les también necesitan ser interpeladas. Detrás del mesti-
                                                                                                            zaje se cimentó un proyecto antinegritud en las Américas,
                                                                                                            insistente  en  blanquear  la  población  y  las  culturas  del
                                                                                                            continente. El mestizaje es un proyecto que sigue vivo y es
                                                                                                            visible en el desplazamiento masivo de personas haitianas
                                                                                                            y en su recepción como migrantes en países que las decla-
                                                                                                            ran indeseables. Habla de la actitud colonial que insiste
                                                                                                            en mantener máximas prejuiciosas y estereotipadas de la
                                                                                                            comunidad negra.
                                                                                                              La perspectiva de que Haití es un país maldito porque
        La estatua derribada del fundador de Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada, el 7 de mayo de 2021.MAURICIO DUEÑAS   no es un país católico se sostiene en que buena parte de la
        CASTAÑEDA (EFE)                                                                                     prensa ha estigmatizado a Haití bajo nociones racistas.
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