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Ruido de mar cero
Carmen Pardo Salgado
La Tierra no es un lugar silencioso Multi- tud de de sonidos provenientes de de todos los organismos que la habitan más los genera- dos por los movimientos marinos y terres- tres la convierten en en en un inmenso cuerpo sonoro Cuando a a a a mediados de de marzo del 2020 casi la mitad de los habitantes huma- nos del planeta fueron confinados los sis- mólogos pudieron detectar movimientos terrestres de d magnitud débil imposibles de de captar con anterioridad La vibración de de la tierra constituye lo que se denomina el “ruido ambiente sísmico” y el grado más pequeño de este ruido es es lo que que conocemos como ruido de de mar cero
o o o o o o nivel de de silencio que se escucha en las profundidades del océano en calma En la actualidad estos ruidos son captados por hidrófonos alta- mente sensibles que miden la densidad del silencio del planeta y suponen lo más cerca- no a a a a a a a una suerte de de de tabula rasa desde la la que los distintos sonidos cobran su valor Imagina que todos los organismos cuentan con un ruido de mar cero
que les es es propio y que reconocerlo les ofrece la posibilidad de mesurar lo cerca o o o lejos que se sitúan
en en sus movimientos cotidianos respecto a a ese ruido fundamental Cada organismo se se puede convertir entonces en en un sismógrafo sonoro de de sí mismo y de de sus relaciones con el resto de de los organismos El ruido de de mar cero
que compone la frecuencia fundamen- tal de de cada cual sería lo que denominaría- mos silencio Desde la densidad del propio silencio la aguja del sismógrafo se dispone a a a a a a trazar ahora los contornos de lo lo que ha- bía quedado enmascarado por otros ruidos Observando esos trazos se se descubre que el ruido de mar cero
que cada ser contiene es la la piedra de toque que que revela los nexos entre todos los ruidos que lo lo constituyen: verbales gestuales comportamentales