Page 18 - Edición N° 26

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an transcurrido casi veinticuatro años desde la primera publicación de ADVOCATUS y desde
H entonces asumimos el desafío y compromiso de realizar publicaciones de calidad, para incen­ re
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tivar el desarrollo de la doctrina de nuestro país, procurando además no permanecer inertes ante
los cambios políticos y sociales que ha atravesado el Perú a lo largo de este período. Desde aquella Oí
primera publicación, el panorama nacional ha variado constantemente y en cada oportunidad nos T¡
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encontramos ante nuevas circunstancias que enfrentamos como nación. 1/1
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En estos últimos meses hemos sido testigos de cómo se desarrolló en la ciudad de Lima, un proceso c
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de consulta popular que dividió prácticamente en partes iguales a los limeños. Como resultado, _fO
la alcaldesa de Lima Susana Villarán se"salvó"de ser revocada, no sin ser blanco de innumerables a>
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críticas a su gestión. o
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El artículo 20° de la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos - Ley No. 26300, di
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publicada el 3 de mayo de 1994, introdujo la figura de la revocatoria, según la cual los ciudadanos QJ
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tienen el derecho de destituir de sus cargos a: (i) alcaldes y regidores; (ii) presidentes regionales, "O
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vicepresidentes regionales y consejeros regionales; y, (iii) jueces de paz que provengan de elección
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popular. Es en virtud a esta norma que Lima vivió un proceso electoral ciertamente inusual. u re
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No cabe duda que la revocatoria puede ser sumamente útil en tanto constituye una herramienta ~o
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de control, así como una suerte de mecanismo de presión para que las autoridades cumplan sus l/l
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promesas electorales. Sin embargo, en una democracia frágil e incipiente como la nuestra, puede E
terminar siendo absolutamente peligrosa. Diversos analistas políticos y técnicos especializados
expresaron su total apoyo o rechazo a la figura de la revocatoria, aduciendo, en nuestra opinión, O
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argumentos válidos en ambos lados de la contienda. rt3
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Una vez terminada la campaña en torno a la revocatoria, es momento de analizar esta figura, su T3
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permanencia o no en el ordenamiento jurídico, pero con argumentos válidos y coherentes. Lo íT3
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único que queda claro es que urge una reforma en los mecanismos de participación ciudadana y >
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control de las autoridades, lo que desde este pequeño espacio apoyamos enteramente. cc
En ADVOCATUS consideramos que la ciudadanía debe tener una participación activa en la polí­
tica, contando con verdaderos mecanismos de control que mantengan constantemente vigiladas ™
a nuestras autoridades. El poder del pueblo hace la real democracia. §

La participación ciudadana debe construirse desde los cimientos, y nosotros, como jóvenes que o
iniciamos nuestra vida en el Derecho, pretendemos realizar un aporte no sólo en los aspectos q
sustancialmente jurídicos; sino también, consideramos de vital importancia abrir espacios de

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