Page 12 - Compendio Relatos
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MISIVA AL COVID-19




                  Hoy quiero escribirte esta carta para reprocharte las múltiples pérdidas que
                  haz  traído  a  mi  vida  y  quiero  empezar  por  la  que  más  me  ha  afectado,
                  porque era una fiel defensora de que el tiempo de trabajo, lo terminaba y
                  a mi hogar no traía nada de lo laboral y fíjate que ahora tengo todo mi

                  trabajo mezclado con mis obligaciones del hogar, con mi rol como esposa
                  y madre.

                   Mis tiempos ya no están definidos, me quitaste los tiempos de horario laboral
                  y me agregaste múltiples tareas, pero eso no es todo me robaste una de las
                  cosas que más disfruto hacer, compartir en los recreos con los niños, niñas y
                  adolescentes y ese contacto de escuchar y ver en sus ojos sus expresiones.
                  Además, me quitaste la posibilidad de compartir con mis compañeras de
                  trabajo, con quienes disfrutaba de los triunfos y fracasos en cada tarea que
                  tenía  por  delante  y  extraño  demasiado  las  risas,  porque  si  algo  hemos

                  aprendido en el equipo Interdisciplinario es a gozarnos y reírnos hasta de
                  nosotras mismas. Me confinaste en un espacio que tuve que adaptar para
                  el trabajo, me limitaste mis salidas y gran parte de mi libertad, aquellas tardes
                  de café y tertulia con los míos. Me enfrenté con muchos sentimientos en mi
                  vida como la duda, la incertidumbre, el miedo, la aflicción, el dolor, llanto y
                  me tuviste pendiente de todos  tus movimientos y hacia donde te diriges,
                  realmente absorbiste mi atención, fuerzas y energía. Algo con lo que me
                  enfrente fue ver mi pelo lleno de canas, uffff eso no me gustó para nada.

                  Pero sabes COVID, ya pude desahogarme un poco y no es justo que me

                  quede  en  el  reproche.    También  quiero  reconocer  que  he  aprendido  y
                  ganado muchas cosas. Me hiciste mirar a mi alrededor y fijarme en lo más
                  valioso que tengo, mi familia, haz desnudado mi corazón y he podido revisar
                  actitudes en mí, que estaban dañando a otros.

                   He aprendido a celebrar detalles mínimos que en otro momento hubieran
                  pasado inadvertidos; con mucho esfuerzo y dedicación he aprendido sobre
                  las  nuevas  tecnologías,  las  nuevas  plataformas,  rompí  las  barreras  de  la
                  comunicación.  Me  ha  obligado  a  desaprender  para  adoptar  nuevas

                  formas, para atender mi trabajo sin perder esa sensibilidad y humildad.
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