Page 4 - El chico aquel
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Capítulo I
- La llegada de algo inesperado -
E
Ra una fresca mañana del mes de Marzo del año 1999 en donde una hermosa mujer
de piel clara, cabellos negros como el azabache y largos como una cascada que cae
sobre su espalda, llamada Pelegrina. –Nombre común para ese entonces- Hacia
cuidado de su hogar y cuidaba de sus cuatro preciosos hijos, entre ellos tres hembras y un
varón, mientras se encontraba agachada recogiendo los juguetes de sus hijos, sintió un
fuerte mareo. Una vecina que cruzaba por la calle se percató de la situación y en seguida se
acercó a ella para ver qué pasaba, enterada de la situación procedió a llamar al esposo de la
mujer, el cual se encontraba en el trabajo, el esposo de la mujer, un hombre muy apuesto de
piel clara y bigotes largos, su nombre era Clemente y trabajaba en la empresa de embutidos
Induveca. Clemente no perdió tiempo y enseguida pidió un permiso a su jefe para salir de la
empresa, este al escuchar la excusa que le presento clemente accedió ya que se trataba de
un asunto familiar.
Una vez en la casa el joven Clemente le pide de favor a la vecina que le atienda a sus niños
mientras el llevaba a su esposa al médico para saber cual fue la causa del mareo, a la cual
ella contenta accedió ya que estos eran unos niños tan tranquilos como angelitos y sabía
que no tendría ningún problemas en tenerlos en su casa por unas horas. Cuando la pareja de
esposos está en el hospital, el medico ordena a la mujer a hacerse unos análisis para
determinar si la causa del mareo fue por alguna enfermedad o algún otro motivo, mientras
se hacían los análisis la pareja se quedó en la sala de espera, ambos con una cara de
preocupación y deseando que no fuera ninguna enfermedad que podría afectar la salud de
Pelegrina.
Una hora más tarde, se acerca el medico a la sala de espera e invita a la pareja a pasar a su
consultorio. El ambiente era tenso, la mirada del médico un tanto inquietante, el silencio
reinaba en aquel lugar.
- Ya dígame doctor, que dicen esos resultados! (Exclamo la mujer)
El doctor puso cara de felicidad y tomando a aquella pareja de la mano felicito al joven
diciendo:
- Felicidades señor Clemente, su esposa está embarazada
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