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Cuento 278
Una Libra de Oro
Cuando estaba caminando con su perro de caza en la playa del
Estrecho, una jovencita encontró una libra de oro en un montículo de
arena.
Se preguntó: “¿Hubo un arrecife escondido por aquí donde un barco
encalló? ¿En manos de quien caería esta riqueza? ¿Podría hablar de ello
siendo irracional?”
Su mente estaba confundida, su conciencia acosada. Así que decidió
dejar a los demás tan perplejos como lo estaba ella, y les dijo cómo se
quedo enterrado.
Cuento 279
La Pereza Es Difícil de Superar
El Conde no puede contar grandes cantidades. De hecho, no puede
contar ni a los patos de su fuente. No puede llevar la cuenta de los
papeles que apila en un gran montón. Su caballo incluso no puede montar
ni desmontarse. Las cosas que pasaron tan recientemente como ayer a
menudo no las puede contar.
Todavía se defiende diciendo: "Otras cosas son más primordiales. Y
además, tengo a mis criados en quienes puedo confiar, 1-2-3-4.. .."