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su apartamento de soltero, sin embargo, encontrar un
criadero de Basenjis no fue tarea fácil pues son muy
pocos los que cuentan con la raza.

Esa creencia que existe de que "lo que deseas lo
atraes" se cumplió en Hilder porque conoció a una per-
sona que había traído una perrita Basenji desde México
y que la había cruzado con éxito teniendo una hermosa
camada. Entonces le compró a ‘Draco’ y con ese primer
perrito estuvo durante 4 años.

Luego de ese tiempo conoció a otra joven que tenía
perritos de la misma camada de ‘Draco’ y le ofreció a
‘Dantes’. Pero su suerte seguiría porque más tarde llegó
a su casa ‘Nerea’ gracias a que un conocido sabía de su
pasión por la raza y se la ofreció.

“'Dantes' vive en casa de mi jefe porque se enamo-
raron de él y se los cedí. Me quedé entonces con ‘Dra-
co’ y ‘Nerea’ y son inseparables. ‘Nerea’ tuvo su primer
celo a los seis meses de edad y como era muy cacho-
rrita decidí separarlos. El segundo celo fue un año
después y ahí sí los crucé. Tuvieron cuatro cachorros y
gracias a Dios todos tienen un buen hogar. Ya para el
tercer celo, mandé a esterilizar a ‘Nerea’ y unos meses
después castré a ‘Draco’”, contó Hilder.

La rutina de esta pareja de Basenjis consiste en una
caminata de una hora tanto en la mañana como en
la tarde y los fines de semana el tiempo es más largo
cuando Hilder los lleva al parque. Solo los baña cada
cuatro meses y su alimentación es a base de concen-
trado.

“Los perros de esta raza son demasiado tiernos, fie-
les y apegados a sus dueños”, puntualizó.

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