Page 48 - Demo
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Y desde que el médico te dice que tienes que ir para el hospital, hasta que te sacan de allí en la famosa silla de ruedas esa*, te estás cagando de miedo. Placas y análisis todos los días. El médico viene por la mañana a verte y está contigo un minuto. Tú le dices:
-¿Por fin, qué es lo que tengo? -Todavía no sabemos.
Hoy te van a repetir las radiografías, porque en las que te hicieron ayer, vi una cosa que no me gustó.
Y te dicen eso, el muy hijo de puta, con una naturalidad asombrosa. Inmediatamente, agrega: ‘’Si es lo que yo me imagino, vamos a tener que operarte mañana’’. Y se va y te deja ahí todo cagado, pensado que tienes algo malo.
Afortunadamente, al cabo de unos días, se aparece en tu habitación para decirte que te va a dar de Alta, porque no te ha encontrado nada. Y te dice: ‘’Pero era necesario hacerte todo lo que te hicimos, porque uno nunca sabe.
¡Me hiciste pasar un susto!’’ Y tú eres tan comemierda que se lo crees. Cuando el del susto fuiste tú.
Desde luego, la culpa de todo lo que pasó, fue tuya, que por cualquier dolorcito que tengas, enseguida vas al médico. Hay mucha gente como tú, y ellos los conocen. Saben que si les dicen que no tienen nada, se van a disgustar.
Yo oí a una vieja un día, decirle a una amiga de ella, a la salida de la consulta de un médico: ‘’Es un comemierda. No me ha mandado ni una aspirina.’’ Si al amigo mío se le ocurre decirle que tenía que ingresar en un hospital, la hubiera hecho feliz.
40 FORVEL EL HUMOR ES UN REMEDIO III


























































































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