Page 138 - COLECCION HERNAN RIVERA MAS DOS CUENTOS
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—No se preocupe —dice el Tira—, para empezar
está bien.
El hombre dice que, como le cayeron bien los
hermanitos, les va a hacer una paleteada. Y le pide la
tarjeta que acaba de pasarle y en el reverso escribe un
nombre y un teléfono.
—Este es el nombre y el teléfono de un taxista que
conocí en La Habana. Él sabe cuadrar todas la jugadas,
como se dice en Cuba. Yo le puse el Rey Midas de La
Habana: todo lo que toca lo convierte en placer y
diversión. Conoce al revés y al derecho la noche y los
bajos fondos habaneros. Nos hicimos muy amigos.
—Parece que todo el mundo se hace amigo de los
taxistas cubanos —dijo el Tira recordando lo que había
dicho la abogada del hombre que los contrató.
Antes de despedirse definitivamente, el tipo quiere
sacarse una selfie con ellos, se da cuenta de que su
teléfono se ha descargado y le pide a la hermana que,
por favor, la saque con el suyo y luego se la envíe. Que
en la tarjeta están sus datos, ya tú sabes, mami.
Cuando el sujeto por fin los deja para dirigirse a su
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