Page 34 - El Final del Cuento
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26 de Octubre 2017







                         Este verano ha sido muy macabro, más de lo que recuerdo de otros
                  años, pero eso no es lo que más me ha sorprendido de estos casos. Lo más
                  sorprendente de estos casos, sobre todo este último, es lo mucho que me
                  recuerdan a los cuentos clásicos, no a esos que Disney nos ha metido a fuego
                  donde dicen que todo siempre terminará con un "felices para siempre" y si lo
                  haces bien las cosas buenas vendrán a ti, no esos no, esos son pura fantasía y
                  solo crean frustración. Me refiero a los cuentos clásicos de verdad, de los
                  hermanos Grimm o Hans Christian Andersen, donde las cosas malas eran
                  malas y lo malo le podía pasar a cualquiera. Estas 5 chicas me recuerdan a
                  lo que esos cuentos solían contar, pero ellas no tuvieron la suerte de poder
                  ser revividas o salvadas por alguien de buen corazón, en la vida real eso no
                  abunda.

                         Seguro que al salir ayer por la noche no pensó que la fiesta terminaría
                  así. Toda lista y guapa para la noche, con su vestido corto y sus tacones...

                         No  sé  qué  la  llevaría  a  correr,  y  sobre  todo  a  correr  descalza,  me
                  pregunto si haber llevado los tacones puestos le hubiera ayudado a no pisar
                  esos cristales.

                         Tan  joven  y  bella,  con  toda  la  vida  por  delante,  arrebatada  en  un
                  momento de prisa. ¿Iba a perder el bus? Posiblemente.

                         Fue  un  desafortunado  cúmulo  de  detalles  que  coincidieron  en  ese
                  preciso  instante.  Bajar  las  escaleras  corriendo  de  noche,  y  descalza,  solo
                  hubiera  sido  un  viaje  a  urgencias  y  una  anécdota  más  para  contar  a  las
                  amigas,  pero  al  ir  mirando  el  móvil  no  pudo  reaccionar  a  tiempo  para
                  agarrarse  a  algo,  cayó  rodando  escaleras  abajo  hasta  que  su  cabeza  y  su
                  cuello no lo soportaron y cedieron dejándola sin vida.

                         Una vida que se va en un segundo, sin decir siquiera "adiós".
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