Page 67 - VEJIGANTES FINAL JUNIO 2013 MASTER PARA TIENDA EC1
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Segundo acto
CLARITA
Abuela, tú no saldrás de esta casa.
MAMÁ TOÑA
Clarita, hija. Es lo mejor para todos. Hay una zarza que hinca
mucho entre nosotros. Pues machete con la zarza.
CLARITA
No te llames así. Un alma buena como tú...
MAMÁ TOÑA
(Después de mirarla y destrozar una lágrima imprudente.) Hay
palabras que suenan como el trino del ruiseñor. (A las dos.) Sí, mis
hijas. Como el trino del ruiseñor en el fresco de la mañana. (Destroza
otra lágrima.) Gracias, Clarita. Dios te ampare, que no se arrepentirá...
(Piensa unos segundos y luego mira al disco de «Joyalito». A Clarita.)
Toma. Cuando tengas un ratito, escúchalo. Piensa en el canto de los
timbaleros:
Joyalito, ay, Joyalito,
te olvidaron en el puente ...
(Hacia el cuadro de Benedicto.) Tu abuelo, vestido de vejigante, lo
bailó conmigo una noche de Santiago.
CLARITA
(Tomando el disco.)
He pensado, abuela, he pensado mucho en esa noche de Santiago.
Mamá Toña se dirige al claro del fondo. Se vuelve.
MAMÁ TOÑA
(A Marta.)
Y tú, señorona con turbante, no seas tan día nublado. (Desaparece
por el pasillo.)
Clarita se dirige lentamente al claro del centro y mira desaparecer a
Mamá Toña. Se vuelve y se dirige a la mesa de la radiola, donde pone el
disco. Permanece pensativa unos segundos y luego mira a Marta.
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