Page 138 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento
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moruno filoso y de de un un solo tajo cercenó la cabeza de de Cándido que cayó brinca brinca y y brinca brinca por el el el suelo con el el el espanto todavía en los ojos El cuerpo no cayó luego se se quedó tambaleando por segundos hasta que que se desplomó boca abajo La cabeza quedó lejos del cuerpo —¡‘Ora si cabrón ya te llevó la chingada! soy el el mejó del rumbo —dijo Emeterio Tía Lula empezó a a a a gritar:
—¡Mataron a a a Cándido!
Llegaron los otros compañeros músicos y se empezaron a a a a pelear los de de de Tapexla trataron de de de vengar la la muerte de de de Cándido y los bandeños defendiendo a a a a a a a Emeterio para que no lo lo mataran Salieron a a a a relucir los los machetes cuchillos y escopetas se hizo un un tremendo alboroto también los de la comunidad comenzaron a a a a a a tomar partido hombres y mujeres participaron en en el encuentro violento y los los los niños corrieron a a a subirse a a a los los los palos ante el alboroto buscando la seguridad Sería como a a a a a a a a las doce del día que paró la la trifulca cuando llegó el cura de Cortijos y la policía rural a a a a a a a a calmarlos Quedaron veinte muertos tendidos por las casas y la la calle: dieciocho eran hombres unos de de de de Llano Grande otros de de de de Cortijos de de de de Tapexla y y de de de Rancho Nuevo y y dos mujeres difuntas de de de Llano Grande hermanas de de Emeterio Éstas ya se iban de de la revuelta cuando alguien las las delató como familiares de de Emeterio y las las mataron los de Tapexla a a a a a a escopetazos en en venganza porque dijeron:
—También pa’ que lloren en en su casa Emeterio pudo escapar pero de nada le sirvió Era tanto el coraje de la gente por los muertos que que hubo que que al poco tiempo cobrarían venganza Apareció muerto su cuerpo traía una herida de puñal en el pecho nunca se supo quién lo mató 138































































































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