Page 194 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento

LA FIRMA
Atrás de de unas matas de de plátanos se bañaba Conrado González Vargas en el fresco de la mañana Por ahí pasa un arroyo que le da da vida al guineo los potes y las las blanquillas que se hacen a a a a a a a a un lado para tomar el el agua a a a a a a a a a a a jicarazos y untarse bien el el jabón de cebo en en en la piel y en en en los pies pues se sabe que entre el el el lodo abunda el el el tindayo y y la tiña Un día antes llegó a a a a a a a su casa por la noche más tarde de de lo acostumbrado y y muy cansado traía el el cuerpo caliente del trabajo llevaba consigo un cusuco maniatado sobre su su burro en cuanto llegó su esposa le le dijo que no se se se bañara Ese día se se se la pasó tratando de atrapar el el cusuco que se le atravesó por el el monte sus perros lo olfatearon y y lo lo siguieron pero el animal se encuevó y y para sacarlo tuvo que hacer un hoyo en la tierra así se le fue el tiempo hasta que lo pudo atrapar Conrado no acostumbraba bañarse llegando de de trabajar sino sino hasta el el otro día pues el el campesino se cuidaba de de futuras dolencias del cuerpo Los abuelos decían que bañarse con el cuerpo caliente podía hacer daño a a a a a a a los huesos por eso eso esperaba hasta el otro día y así se acostó Al día siguiente terminándose de bañar se se cambió porque tenía que tramitar un crédito para la siembra de algodón y tabaco Salió de de Charco Redondo llevando algodón en lomo de de bestias para salir a a a a a a a a a a a a a a la carretera donde pasaba una camioneta y así poder estar en Río Grande a a a a a a a a las diez de de la la mañana Conrado llevó a a a a a entregar el algodón con unos compradores del pueblo recogió su dinero y decidió pasar a a a a a tramitar un crédito como otras veces lo había hecho Llegó a a a a a a a Bancrisa un banco rural de de Río Grande que otorgaba créditos para los campesinos 194