Page 196 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento

Su papá cosechaba plantas de tabaco y las vendía en en la la la Casa Pardo de Tututepec por libra y arroba Las hojas que que le quedaban las vendía o o o o o o o intercambiaba por productos Las consumían los lugareños que hacían puros delgados de de fábrica casera envueltos en en hojas de totomoxtle o o o o o o simplemente enrollados Principalmente les vendía a a a a a a a a a a negros que pagaban con huevos gallinas panes iguanas armadillos u otra cosa útil Alrededor del medio día la familia se dispuso a a a a a comer juntaron la la lumbre cortaron hojas de yerba mora calentaron la la comida y las las las tortillas tostadas en en las las las brasas Así estuvieron en en un pequeño bajareque improvisado sentándose a a a a comer e en en troncos y sirviéndose en e pequeñas jícaras Después de comer Conrado fue a a a buscar un tronco pequeño y empezó a a a a a a a sacarle punta para hacerlo trompo en un un descuido se voló la la mitad del dedo pulgar con el el machete filoso y la la herida fue atendida por su familia ante la la falta de doctores Como no fue a a a a a a a a a a la la escuela no sabía firmar pero era muy listo y y tomaba la la medida del muñón que que le había quedado en el dedo para medir las líneas al momento de hacer una cruz como firma El empleado trajo al gerente junto con la empleada que había tramitado el crédito Conrado se quedó mirando fijamente a a a a a a a a la la empleada moviendo la la cabeza en en desaprobación de de lo que estaba diciendo y y habló: —¡Pa’ que que l lo sepan soy charqueño! mij papaj me enseñaron a a a a a a a a a trabajá duro en e en en el campo a a a a a a a a a ganame loj centavoj con mi sudor ¡pobre pero honrao! Me gujta sej derecho si algo pido fiao lo lo pago no me gujta la mañosera pueden preguntale a a a a a a a a loj de de mi pueblo si alguno me tiene por mañoso puej no no soy talegón ni penco pa’l trabajo Ejta señorita piensa robase loj centavoj de de ujtedej a a a a mij cojtillaj ¡se quiere chingá un dinero que no le pidí! y to’avía
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