Page 20 - Te cuento y me cuentas
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EL PERRO CAZADOR
Aida Sántiz Gómez
Tseltal Municipio de Oxchuc Chiapas
Relatan nuestros padres y y madres que que también los animales do- mésticos tienen un lenguaje propio y y que que de de igual manera cuentan con su propia inteligencia Esto lo lo lo podemos observar por ejemplo cuando vienen visitantes o o o o o o o o o o o o o o o enemigos que lo lo lo lo platican y comentan entre ellos Aquí contaremos algo que que les sucedió hace mucho tiempo a a a a a a a a a a dos perros que que acompañaron a a a a a a a a a a a a a un un hombre de cacería Un buen día un un cazador le dijo a a a a a a a a a a a a su mujer:
—Me voy al monte de cacería con los perros tendré que que ausen- tarme dos noches para que traiga su su ciente carne Ella estuvo de de acuerdo y así fue como su su su marido emprendió la la cacería acompañado de de sus dos perros El El primer día encontraron un venado pero se les escapó No pudieron atraparlo y y más tar- de los perros ya no no lograron olfatear nada Al anochecer el hombre encendió su su fogata procedió a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a cortarles las orejas a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a sus animales y y luego durmió tranquilamente a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a un lado del fuego Mientras el el hom- bre roncaba los los perros cazadores sumisos comenzaron a a a a a a a a a a a a a platicar entre ellos:
—¿Te duele duele la oreja? —preguntó uno de ellos ellos —Sí me duele duele mucho —le respondió —¿Qué podremos hacer? ya ves que que no no tanteó bien nuestro se-
ñor y y me me alcanzó hasta los los huesitos —se quejaba uno de de ellos —Por nuestra nuestra nariz tapada no no no podemos husmear pero nosotros no no no somos responsables de de de de de eso la culpa ha de de de de de ser de de de de de nuestra nuestra madre —dijo otro de de los perros —Es cierto seguro otra vez estará muy ocupada cometiendo pe-
cado —se dijeron en voz baja El hombre se se se despertó por la conversación de de los perros y sor-
prendido quiso seguir escuchando Los perros cazadores continuaron platicando:
—Ah de de seguro nuestra madre está con con otro hombre en e en en la la cama
de de de nuestro señor Sí ha de de de estar muy muy entretenida El cazador se se levantó muy muy molesto y y y los interrogó:
—¿Qué? ¿Es verdad lo lo que están diciendo? ¿Mi mujer está está dur-
miendo con otro hombre?
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