Page 21 - Te cuento y me cuentas
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—¿Por qué crees qu que no no podemos podemos cazar? Están tapadas nuestras na- rices y no no podemos podemos olfatear por culpa de de de ella —Carajo entonces me está engañando con otro Uno de los los los perros le propuso: —¿Y si voy a a a a a a a a a espiarlos?
—Sí —respondió el cazador— está bien ve ve a a a a a a a a a a verlos El perro corrió presuroso a a a a a a a a a a a a a a a a la la casa de de su su amo y encontró a a a a a a a a a a a a a a a a la la mujer mujer del cazador en en en en pleno acto sexual Inmediatamente regresó el el perro perro a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a avisarle a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a su su su amo que había visto a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a su su su mujer mujer con otro hom- bre bre en en la cama
El hombre volvió a a a a a a a a a a a a a a interrogar a a a a a a a a a a a a a a sus perros:
—¿Es cierto lo que están diciendo? —Sí es es es es verdad pero en en en este momento no deberíamos regresar a a a a a a a a a la casa hay que que cazar primero —Está bien ahora sé que que que ustedes son inocentes y y que que que la la culpable es es es ella por estar cometiendo adulterio Al anochecer cuando al al n n n n n n n n n los perros habían cazado cazado y y ya tenían su su su cientes alimentos el el cazador regresó a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a su su su casa casa para esperar que saliera su su su su rival El adúltero todavía estaba en en en casa casa del hombre cuan- do sintió ganas de orinar y y le dijo a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a su su amante:
—Voy a a a a a a a a a a a salir a a a a a a a a a a a echar aguas —Está bien pero no no salgas salgas orina ahí en en la la pared donde hay un agujero Así lo hace mi marido por favor no no salgas salgas —respondió la la mujer El El amante obedeció a a a a a a a a a a a a a a a a a a la la la mujer mujer y y se puso a a a a a a a a a a a a a a a a a a orinar en el agujero de de de la la la pared El El El marido que estaba fuera de de de la la la casa y y y vio a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a su rival haciendo esto aprovechó el el el momento y y y y le cortó el el el pene El El amante cayó al suelo y y y así murió desangrado La mujer ya no dijo nada enterró al al amante bajo su su su cama
y y y y se dirigió a a a a a a a a a a encender su fogata Al amanecer regó con agua y y cenizas la la sangre para no dejar rastro y y y ni ni tiempo le dio de de revisar la la la herida del difunto Al instante su marido se se presentó y y la la la saludó El hombre apa- rentaba estar alegre para para que que ella no sospechara que que sabía todo lo ocurrido Ella le le ofreció pozol para para calmar un poco el el hambre y la la la la sed de la la cacería Cuando el hombre estaba tomando la la la bebida le ordenó a a a a a a a a a a a a a a su espo- sa sa sa que revisara la carne carne y dijo:
—Traje un poco de de de carne carne carne asada de de de corazón pero no se la la des a a a a a a a a a a a a a a a a a a a los los niños es es únicamente para ti a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a ellos les traigo otra carne carne carne La mujer sacó la la la la carne carne carne asada y comenzó a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a comerla sin sin saber que no no era carne carne de de de la la la la cacería sino la la la la del pene de de de su amante 21