Page 214 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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talles topográficos reputados sagrados; con lo cual antes aun de
ponerse al habla con quienes le esperaban en el ámbito de la
ciudad imperial, práctica y emocionalmente comulgaba con el pai-
saje cuzqueño, con los mitos, añoranza y leyendas de que éste fue
depositario, y con las prendas tradicionales que sirvieron de unión
entre sus antecedentes ancestrales y la fábrica grandiosa del Im-
perio.
Aquella a modo de comunión espiritual, nacida de la presun-
ción de que un algo del pensamiento de las muertas generaciones
acostumbró hospedarse,, en forma misteriosa y sutil, en montes,
llanos, ríos, fuentes y peñas, fué una idea acertada del sacerdocio
cuzqueño.
También llegaba fatigado y enfermo, ya del cuerpo, ya del
espíritu, el viajero, conduciendo a sus deudos aquejados de do-
lencias rebeldes al arte de curar de sus curanderos lugareños.
La contemplación de todo un conjunto de vestigios venera-
bles como el que acabamos de describir, el trato con los ancianos
cargados de experiencia que tuvieron a su cargo los callaos, en
que se sanaban las enfermedades del espíritu, y el de las bonda-
dosas pallas a cuyo cargo estuvieron los sanatorios en que se ali-
viaban las del cuerpo, tuvieron por efecto devolver las más veces,
por efecto de sugestión, la salud física y moral a aquellos dolien-
tes fácilmente impresionables.
Enfermos y sanos penetraban, en tal forma en la ciudad para
ellos sagrada, a través de toda una tramitación de sensibilidad
curativa!
Llegar, sin más trámites, a la ciudad de las añoranzas inefa-
bles de su raza, cual el viajero moderno, prosaicamente rodando,
a Roma, Jerusalén, Tebas, Luxor y Tiahuanaco, hubiese restado
emociones y sugestiones que a la casta sacerdotal cuzqueña le con-
vino conservar.
Damos a continuación, bajo los auspicios de Polo de Onde-
gardo, la nómina de los ceques y huacas de los caminos reales del
Cuzco.:
Camino de Chinchasuyo (hacia Occidente).