Page 8 - revista final_Neat
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Érase una vez un alacrán, negro y mediano, se
encontraba ahogando en una pequeña posa que
se había generado por el deterioro de una calle,
parecía que todo estaba perdido, pero cerca del
lugar se encontraba una hormiguita, y sin pen-
sarlo dos veces, el alacrán le dijo, ¡hormiguita,
hormiguita, ayúdame, no me quiero morir!, y ella
respondió, no te puedo sacar, porque sino me
vas a matar, y el alacrán muy astutamente le dijo,
te prometo que no te haré daño, no podría hacer-
lo porque me estas ayudando.
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