Page 24 - La pequeña voiture francesa en París

24
Maman estaba esperando en el depósito, con el entrecejo fruncido.
—La pasaste tan a lo grande recorriendo la ciudad zumbando con tu pequeña voiture que no pudiste llegar a tiempo al muelle. Ya me enteré... me
llamaron —lo regañó—. ¿Dónde está tu sentido de la responsabilidad, Luc?
No necesitamos un vehículo para jugar.
—Pero Maman, déjame que te cuente cómo Deuzy y yo entregamos las flores.
—¿Deuzy? —Maman alzó las cejas—. ¿Le has puesto un nombre a la voiture? ¡Es el colmo de los colmos! Mañana será la última entrega de Deuzy. Vamos a comprar una furgoneta. Una furgoneta es más grande. Es más rápida. Es. Para. Trabajar.
—Pero Maman... Deuzy es mi amiga.
—¿Una voiture? ¿Tu amiga? Quiero que quede muy claro, absurdo hijo mío. Llegarás puntual para hacer la entrega al Tour de France mañana por la mañana.
Después de eso, tu Deuzy vuelve a la sala de exposición. ¿Quieres que nos quedemos sin negocio? C’est pas possible!
—concluyó. Giró sobre sus tacones y volvió a dar un portazo.