Page 8 - La pequeña voiture francesa en París
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Amuchos kilómetros y horas de distancia, la pequeña voiture francesa se halló cegada por las luces deslumbrantes de una sala de exposición de París. Los
hombres de negocios con trajes oscuros y zapatos negros brillantes se amon- tonaban a su alrededor, miraban boquiabiertos, observaban detenidamente su maletero y le daban golpecitos al motor con los dedos.
—¡Cómo quisiera estar todavía en la granja con los burros y las margaritas o ir a toda máquina por una carretera rural! —susurró para sí.
De pronto, un joven que llevaba unos pantalones vaqueros desvaídos le dio unas palmaditas en el capó y murmuró:
—Me encanta tu color discreto y esa bonita ondulación de tu puerta delantera. Nunca había visto una deux chevaux como tú.