Page 1455 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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1451                         Juan                      6. 55–7. 8
          sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
          Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verda- 55
          dera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí 56
          permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y 57
          yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también
          vivirá por mí. Éste es el pan que descendió del cielo; no como 58
          vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de
          este pan, vivirá eternamente. Estas cosas dijo en la sinagoga, 59
          enseñando en Capernaúm. Al oírlas, muchos de sus discípulos 60
          dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo 61
          Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les
          dijo: ¿Esto os ofende? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre 62
          subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la 63
          carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he habla-
          do son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que 64
          no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran
          los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por 65
          eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fue-
          re dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos 66
          volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús 67
          a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respon- 68
          dió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras
          de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú 69
          eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús les respondió: 70
          ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros
          es diablo? Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque 71
          éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
            Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no 7
          quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle.
          Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; y 2, 3
          le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que
          también tus discípulos vean las obras que haces. Porque nin- 4
          guno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas
          cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus her- 5
          manos creían en él. Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún 6
          no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto. No 7
          puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborre-
          ce, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. Subid 8
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