Page 1630 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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4. 6–5. 7              I Tesalonicenses                   1626
            6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque
              el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho
            7 y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, si-
            8 no a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha
              a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu San-
            9 to. Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que
              os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios
           10 que os améis unos a otros; y también lo hacéis así con todos
              los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos,
           11 hermanos, que abundéis en ello más y más; y que procuréis
              tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar
           12 con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a
              fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera,
           13 y no tengáis necesidad de nada. Tampoco queremos, herma-
              nos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os
           14 entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque
              si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios
           15 con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos
              esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que ha-
              bremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a
           16 los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de man-
              do, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá
           17 del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
              nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
              arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
           18 Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por
              tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
           5     Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis nece-
            2 sidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis
              perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en
            3 la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá
              sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer
            4 encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en
            5 tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Por-
              que todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos
            6 de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como
            7 los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duer-
              men, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se
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