Page 1717 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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1713                    El Apocalipsis                20. 6–21. 6

          la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene 6
          parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene
          potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de
          Cristo, y reinarán con él mil años. Cuando los mil años se 7
          cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a enga- 8
          ñar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra,
          a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número
          de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la 9
          anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos
          y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los
          consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago 10
          de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta;
          y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

          Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de 11
          delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se
          encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, 12
          de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue
          abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
          muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según
          sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la 13
          muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos;
          y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y 14
          el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte
          segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida 15
          fue lanzado al lago de fuego.
            Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo 21
          y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y 2
          yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del
          cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
          marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el 3
          tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y
          ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su
          Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no 4
          habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque
          las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el 5
          trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo:
          Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me 6
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