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del balón y se hacía fuerte en  un tiro de esquina que lo lanzó  los fanáticos  adornaban  una
        el medio campo  con Martí- pasado y le cayó a los pies de  tarde perfecta para toda la co-
        nez deteniendo todo tipos de  Martínez quien con un centro  munidad pirata, regreso al gi-
                                            frontal devolvió la pelota al  gante y con triunfo incluido,
                                            área para que Lema la baja- algo más que merecido  para
                                            ra solo para García que en la  ellos que nunca dejan de so-
                                            primera que tuvo la mandó al  ñar en un Belgrano cada vez
                                            fondo de la red para el delirio  más grande.
                                            absoluto de todo el pueblo pi-
                                            rata. Gol de Belgrano y el áni-
                                            mo se elevaba por las nubes,
                                            de ahí en mas se hiso dueño
                                            del  juego  y lo manejó  con
                                         De Alberdi Yo Soy
                                            tranquilidad.               La
                                            siguiente
                                            situa-
        avances que San Martin pro- ción
        ponía,  Méndez mandaba  a  de  gol
        mover a los suplentes y a los  no iba
        17 minutos mandaba a Epifa- a tardar  en
        nio García a la cancha, en su  llegar para el celeste,
        lugar se retiraba Ramis de flo- a los 25 un centro de Be-
        ja actuación. A los 20 minutos  nítez al segundo palo le
        el grito sagrado se iba a hacer  caía a Suarez que remató
        oír, Brunetta se hacía cargo de  al arco y tras el desvió de
                                            un rival, Godoy no llegaba
                                            a empujar la pelota que se
                                            iba acariciando el palo de-
                                            recho del arquero. El par-
                                            tido llegaba a su fin y los
                                            esfuerzos del  equipo  de
                                            Gorosito para doblegar el
                                            marcador iban a ser en vano.

                                                 Merlos se llevó el silbato
                                            a la boca y se desató la ale-
                                            gría en las tribunas, los ros-
                                            tros pletóricos de felicidad de
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