Page 2 - David Hume
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Trabajó como preceptor del marqués de Annandale (1745-1746) y luego como
secretario del general St. Clair (1746-1748), a quien acompañó en misión
diplomática a Viena y Turín. Nombrado bibliotecario del Colegio de Abogados de
Edimburgo, emprendió la redacción de una historia de Inglaterra, que publicó
desde 1754 hasta 1762 en varias entregas, algunas bastante mal recibidas por la
burguesía liberal.
En 1763 aceptó la invitación de lord Hertford de incorporarse a la embajada en
París, ciudad donde residió hasta 1766 y en la que se relacionó con los
enciclopedistas. En 1769 regresó definitivamente a Edimburgo con el propósito de
disfrutar de la fortuna que le habían proporcionado tanto sus cargos como,
finalmente, sus obras.
Se ha considerado a Hume como uno de los máximos representantes del llamado
empirismo inglés; su análisis crítico del conocimiento, que ejerció sobre Kant una
decisiva y reconocida influencia, insistió en la importancia de investigar el origen
de las ideas, que él entendía como copias o imágenes de las impresiones
(sensaciones, pasiones, emociones). Hume concibió el razonamiento como la
actividad de descubrir relaciones entre ideas, que podían ser de dos tipos: las
existentes entre hechos (objeto del razonamiento probable, fundado en la
experiencia) y relaciones entre ideas (objeto del razonamiento demostrativo,
basado en el principio de no contradicción).
Estimando imposible cualquier otra forma de razonamiento, lo que suponía
rechazar como falsas las proposiciones de la metafísica o la teología, sometió a
crítica toda clase de ideas, y refutó en especial las de sustancia, existencia y
relación causal. Respecto de esta última, sin negar la posibilidad de que exista
una causalidad real, afirmó que era imposible conocerla: el origen de la idea de
causa hay que buscarlo, por tanto, en el hábito psicológico de percibir
determinadas sensaciones de forma simultánea o sucesiva, sin que dicha idea
encierre ninguna necesidad lógica o racional.
Tratado de la naturaleza humana
En su opus magna, Hume se embarcó en la creación de una “ciencia del hombre”
completamente naturalista, enfocada principalmente en la base psicológica de la
naturaleza humana. En este texto se opuso principalmente a René Descartes con
su oposición a la primacía de la razón (entendida como conciencia) y
sustituyéndola por la tradición como referente de los valores morales en sociedad.