Page 37 - Proyecto de Filosofia II: Autores
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de la utopia falansteriana, que se publicó por la época de la revolución de
Setiembre y que alguna vez aparece todavía por los puestos de libros de las
ferias. Pero esta edición con el tiempo se ha hecho rara y no hará seguramente
competencia a la de Rodríguez Serra. Por lo mismo que es un olvidado, Fourier
es ahora una novedad. Casi se le puede considerar como un ánima del otro
mundo, que vuelve a visitar a los mortales. Entre él y las modernas concepciones
sociales hay inmensa distancia. Aunque publicó sus obras en el siglo XIX, era en
realidad, como dice Courcelle Seneuil, un hombre del siglo XVIII, imbuido del
pseudo clasicismo especial de la época en lo social y en lo político. Su falansterio
tiene cierto parentesco con los planes de organización de los filósofos y los
legisladores antiguos, para los cuales la obra de reforma social era mucho más
fácil que pueda perlo para un pensador moderno, entre otras razones, porque se
aplicaba a Estados muy reducidos. El Estado antiguo era una ciudad con
dependencias. La primitiva república romana tenía según Ferrero, una población
libre de 150.000 almas. Depende hoy más gente de D. Alberto Aguilera que la
que dependía de los primeros cónsules y de los antiguos reyes. Aplicado a un
territorio exiguo, a una población muy corta, el problema se simplificaba mucho;
pero el Estado moderno, con sus grandes territorios y sus masas crecientes de
población, tiene una dinámica mucho más complicada, aun sin hablar de otras
causas. La concepción de Fourier pertenece a la utopía, aunque no falten en ella
adivinaciones filosóficas y observaciones sociales de valor. Desde el punto de
vista estético, tiene el atractivo de todos los sistemas completos que forman un
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