Page 11 - Cuentos_CIMORT_2019
P. 11

me entere que le había dicho Brenda a mi mamá, pasaron los días y algo comenzó a fermentar en mi interior, un sentimiento jamás sentido en mi interior, era una perfecta combinación de culpa con felicidad en una capa fina de aceptación. Dejé de hacer bromas por el resto del año, en cuanto pasamos al año siguiente, el 14 de febrero se desvaneció este sentimiento que me había mejorado en todos los sentidos, algo en mi cambió, esto jamás lo pude averiguar, comencé a hacer bromas, continué humillando a mis maestros y director. Todo lo que había construido a lo largo de este año se desvaneció, al llegar a mi casa abrí mi closet y encontré algo que jamás volví a ver y mucho menos utilizar, bajé una caja empolvada, al fondo del clóset. La abrí, apenas alcancé a ver lo que había dentro, empecé a estornudar hasta que me dolió la mandíbula, cuando logré recuperarme, vi mi estuche de bromas vacío, excepto por una sola cosa, un objeto que había guardado por mucho tiempo y ahora lo iba a usar, lo guardé en mi bolsillo de mis pantalones. El 15 de febrero, al llegar a la escuela fui a visitar a Brenda como de costumbre, de ahí me dirigí al laboratorio de química, abrí la llave de elio y puse un globo, y otro y así lo repeti hasta cumplir con la cantidad de maestros que me habían reportado, a cada uno le puse un gancho, lo coloqué uno en cada silla de maestros en los salones, después fui a la dirección, me preguntó Brenda: - ¿Qué haces aquí tan temprano Philip? Le respondí que me había llamado la directora, que la esperaba en su oficina, coloqué todo lo que me sobraba en la oficina... - Philip, yo me se el resto de la historia. Me respondió el maestro de matemáticas. - ¿Pero qué aprendiste de esta historia? FIN  11   


































































































   9   10   11   12   13